Ka Benlliure
Cada cuatro años, con el nombramiento del nuevo Presidente de los Estados Unidos, además de tener una cita con la política, indiscutiblemente tenemos una cita «con la moda» puesto que las Primeras Damas norteamericanas son, han sido y serán fiel icono y reflejo de glamour, estilo y clase.
La mayoría de primeras damas se han vestido con los colores de la bandera americana. Los más aplaudidos, los blancos de Jacqueline Kennedy, Nancy Reagan, Michelle Obama y Melania Trumph.
Comenzando por Nancy Reagan, quien simbolizó el estilo clásico norteamericano y cumplía perfectamente el protocolo con elegancia, era una adicta a la moda y una de sus dos obsesiones (porque una de ellas era el peso), era impulsar la moda americana en el exterior. Llevó su fervor por el lujo, la decoración y la alta costura a la Casa Blanca. Sabía que era observada día a día por millones de personas, que la gente se fijaba en todo lo que llevaba puesto y lo más importante de «quién», siendo un simbolo a «imitar»
En la investidura de su marido en 1981, optó por un modelo con capa similar a la capa que lució Jackie Kennedy en la investidura de su marido, una capa diseño de Oles Cassini, exnovio de Grace Kelly. El vestido diseñado por James Galanos, fué un esplendido vestido blanco de chifon de seda bordado a mano con pedrería con corte asimétrico y un hombro al aire dando de esta manera una lección de estilo y clase.
En 1985, Nancy Reagan lucio otro vestido de su diseñador fetiche, James Galanos, realizado con chifón blanco y bordado con cristal austriaco y checoslovaco, con un diseño art-deco y un «bolero effect» que costó en ser bordado a mano más de 300 horas.
En 1993, Hillary Clinton, eligió un modelo azul violaceo con encaje y pedrería y una sobrefalda realizada en muselina realizado por la diseñadora de Arkansas, Sarah Phillips. Un vestido rompedor que la identifica plenamente con su carácter saltándose de esta manera la regla de «las barras y estrellas». Su segundo vestido en 1997, fué un vestido blanco borda a mano realizado por Oscar de la Renta, bordados con bastante similtud a los que el diseñador había realizado con anterioridad a Jackie Kennedy y bastante criticado en prensa por su excesivo coste.
En 2001, Laura Bush lució un glamouroso vestido rojo rubí realizado con encaje Chantilly, con pedrería bordada sobre ‘georgette’ de seda, realizado por Michale Faircloth.
En su segundo baile inaugural en 2005, optó porque el diseñador de su vestido fuera Oscar de la Renta, un clásico entre las grandes damas norteamericanas. En esta ocasión fue un vestido de color plata con incrustaciones de cristal austríaco e hilo de seda plateado con abertura hasta media pierna, que daban un toque más sexy y sofisticado, además de realzar el color plata la belleza de los ojos de la primera dama.
En 2009, Michelle Obama optó en su primer baile inaugural por un vestido de gasa blanco con un hombro que llevaba flores de organza realizadas en 3D y centros de cristal de Swarovski. El vestido fue realizado por el desconocido hasta entonces diseñador Jason Wu, quien ni el mismo sabía que iba a lucir su apuesta la recién Primera Dama y lo descubrió al verla en televisión.
Es característico de este vestido que es el primer vestido que luce una primera dama y que conlleva un mensaje, en este caso el mensaje que quería transmitir este diseño era «Esperanza». En su segundo baile en 2013, Michelle Obama optó por un vestido rojo rubí realizado por el mismo diseñador, en seda con detalles de terciopelo y con escote halter cruzado.
Hace apenas unos días y con el nombramiento de su marido cómo Presidente de los Esstados Unidos, Melania Trumph lució un vestido realizado por el desconocido Hervé Pierre, un creador totalmente desconocido que después de trabajar durante 14 años en la casa Carolina Herrera se la juega por crear su propia firma. Si bien, según la tradición es seleccionar a un diseñador norteamericano, en esta ocasión la primera dama se saltó «las reglas establecidas del juego» y seleccionó a un diseñador francés. Lució un esplendio vestido blanco con unos sutiles y delicados detalles realizados en gasa blanco evocando a las columnas de la Casa Blanca
Todos estos vestidos, siempre inolvidables, tras la toma de posesión del cargo de sus maridos, se alojan en una sala del Smithsonian de Washington.
Cómo será el próximo vestido en 2021..?!?! y quien tendrá el honor de diseñarlo::?!?! To be continued.
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