El candidato del partido republicano ha superado en votos a la demócrata Hillary Clinton, consiguiendo la victoria en los estados clave
Donald Trump se ha convertido este martes en nuevo presidente de Estados Unidos y asumirá el cargo el 20 de enero a la edad de 70 años, convirtiéndose en el responsable del país que llega con más edad a la Casa Blanca.
Contra lo que predecían una vez más las encuestas, el candidato republicano se ha impuesto a Hillary Clinton en la noche electoral y ocupará el Despacho Oval. El magnate neoyorquino nació el 14 de junio de 1946 y jurará su nuevo cargo con 70 años cumplidos y terminará su mandato con 74, cuando podría optar a la reelección.
Donald John Trump, polémico millonario, candidato fanfarrón pero seguro de sí mismo, llegado para desafiar al sistema, al establishment y a los medios de comunicación, finalmente ha acabado con todos.
El aspirante motivo de chanzas y de un rechazo aparentemente mayoritario por sus continuas imprecaciones y desprecio a las mujeres, después de derrotar a 16 oponentes republicanos, ha terminado derrotando a Hillary Clinton, así como a la lógica, a las encuestas y a la multitud de pronosticadores que le cerraban el paso con una contundente determinación.
Con un discurso simple pero efectivo, Donald Trump alcanza la Casa Blanca gracias a un «movimiento», en denominación propia del millonario, que ha crecido con consistencia desde que el veterano exvicepresidente Dick Cheney pregonara que el magnate había tocado «una fibra sensible en Estados Unidos».
Al parecer, un porcentaje de indecisos de última hora superior al habitual, por encima del 12% de los electores se decantó por Trump pero no se atrevió a confesarlo en las encuestas.
La movilización hispana no fue suficiente, ni siquiera en Florida, donde el voto anticipado auguraba una notable resistencia a quien había insultado a los inmigrantes latinos y había empuñado como bandera la deportación masiva y la construcción de un muro en la frontera con México.
La victoria de Trump en Carolina del Norte y los aldabonazos en Ohio y en los estados del sur sugieren que Hillary Clinton no ha logrado entusiasmar a los afroamericanos, ni de lejos, en la misma medida que lo había hecho el presidente saliente, Barack Obama, en sus dos victorias electorales, en 2008 y 2012.
Desde Pensilvania hasta los estados de Michigan y Wisconsin, Trump confirmó que el mensaje de apoyo a los trabajadores como supuestas víctimas de los grandes acuerdos comerciales, el proteccionismo de nuevo cuño anunciado por su nuevo líder carismático, ha terminado de conquistar al votante demócrata.
Cámara de representantes y Senado
El Partido Republicano ha logrado este martes una victoria electoral que le permite mantener el control de la Cámara de Representantes y el Senado.
Según los resultados provisionales, los republicanos se harían con 235 escaños, por los 200 de los demócratas, que contaban con pocas posibilidades de dar la vuelta a la situación y recuperar el control de la Cámara.
Asimismo, el Partido Republicano ha conseguido retener el control de Senado en las elecciones de este martes, que suma a la Cámara de Representantes.
De los cien escaños con que cuenta la Cámara Alta, en estas elecciones estaban en juego 34. Los demócratas consideraron posible recuperar el control del Senado, si bien finalmente sólo han arrebatado un escaño a los republicanos. De esta forma, el Senado quedará compuesto por 52 republicanos y 48 demócratas, lo que dará al Partido Republicano el control de las dos cámaras del Congreso y la Presidencia por primera vez desde 1928.
Entre los resultados que se han confirmado durante la noche electoral en la Cámara Alta, destaca la reelección del senador republicano Marco Rubio en Florida, así como de su compañero de partido Robert Portman en Ohio, mientras que la demócrata Tammy Duckworth arrebató su asiento al conservador Mark Kirk en Illinois.
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