«El hombre jamás estuvo despierto para gozar la dicha, sino para beber, a veces hasta con delectación, la venenosa copa torcedora de esa dicha que jamás fue». (Cela – Café de artistas y otros cuentos, 1953)
La nueva investigación, publicada en la revista ‘Stroke’, ha sido elaborada por la Asociación Americana del Corazón