Existe un gran consenso científico en cuanto a considerar que la vida de un ser humano comienza con la fecundación, por lo que el cigoto, embrión humano de una sola célula, es un individuo de la especie humana, con identidad propia e irrepetible.
Previsiblemente el próximo martes el Consejo de Ministros dará el visto bueno a una nueva ley orgánica que pondrá fin a la «ley Aído»