RELATOS


Larimar

De alguna manera, tus labios y tu forma de recibir los míos fueron el parangón de lo que mata y lo que hiere



Erial

Nunca me prometiste que lo nuestro iba a ir a más, lo sé, pero ¿qué te hubiese costado haberme dejado una rendija por la que colarme?


Dolina

Esa magia tuya de mover piezas, encajando entrante con saliente, todo lo tuyo con todo lo mío, sin esfuerzo, sin plano y sin margen de error


Donosura

No querer querer es una jodienda como otra cualquiera, sobre todo cuando sabes que queriendo, quizá tu vida sea un escenario de usos múltiples



En el nombre del padre

‘Yo los maté, Padre. Necesitaba confesárselo y que me justifique ante el Señor. Me duele por mis hijos. Lo hice por mis hijos. No me entrego en comisaría por mis hijos’


Jacinta

Uno de los relatos seleccionado por el jurado de la primera edición del Premio Internacional de Cuentos Breves ‘Maestro Francisco González Ruiz’



Dédalo

«Como si tu ser sintiese la necesidad de ser feliz y parecerlo, de ser jovial y compartirlo, de ser bonita sin pretenderlo»



Carmesí

Mismo escenario, idénticas circunstancias, pero ya nunca los mismos personajes, porque a ambos, esta movida de la ruptura, nos pasó factura


Buril

Soy algo así como el portón de la fortaleza y tú, algo así como el ariete que me tiene y me puede…


EREBO

De camino a vete tú a saber dónde, alguien nos felicita. Me alegro de que al final sigáis juntos, estaba escrito, nos dice. Los dos nos miramos. Nerviosos, no te digo que no



Ónice

… imaginar que algún día, mi pie izquierdo iba a lucir soltería, cojo de mi pie derecho, después de tanto amor, de tanto amor y bulería


Médano

Tú no lo sabes todavía, pero yo soy la distancia más corta entre los dos. El día que te des cuenta de que tú eres la única música de mi tiovivo, ese día…


Cendal

Si por mí fuera, que tus piernas bonitas y tu verbo infinito ocupasen pasillo, cocina y sofá, sería mi enredo sin salida y mi cendal favorito


Albur

 …hace años de todo aquello, de lo nuestro y nuestra excesiva manera de amarnos, los suficientes para que la herida y los reproches hayan dado lugar a otra fase más cómoda


Címbalo

Sin testigos oculares, a resguardo del vendaval, tu melena nos sirve de címbalo y guarida. Hueles a ducha compartida, a juego favorito