La concejalía de Sanidad y Consumo comprueba que todas las churrerías instaladas en Valencia con motivo de las Fallas cumplan con las medidas higiénicas sanitarias.
Valencia, miércoles 06. 03. 24
A. CASAÑ
Hasta un total de 158 puestos de venta de churros están instalados en las calles de Valencia desde el día 24 de febrero hasta el 19 de marzo; 136 corresponden a puestos de fallas y 22 corresponden a bares.
Y desde la concejalía de Sanidad y Consumo se comprueba que todas las churrerías instaladas con motivo de las Fallas cumplan con las medidas higiénicas sanitarias. El Bando Fallero marca la pauta y establece la normativa que todos los puestos de venta de churros tienen que cumplir.
José Gosálbez, concejal de Sanidad y Consumo, durante las inspecciones realizadas este martes por la mañana, ha informado que “llevamos hasta el momento 300 controles y vamos a seguir haciéndolos hasta el 19 de marzo, porque la salud de los valencianos y de los visitantes durante estas Fallas son una prioridad para esta concejalía”.
Los inspectores técnicos miden la calidad del aceite con un medidor de compuestos polares y todos los puestos tienen que estar conectados a la red municipal de abastecimiento de agua, “es condición fundamental y somos muy estrictos en el cumplimiento de la normativa” ha asegurado Gosálbez.
En la ciudad ha aumentado en 18 el número de puestos con respecto al año anterior y desde el Área de Sanidad y Consumo se realizan inspecciones de manera periódica. Como ha indicado el regidor, “ya son casi 300 las inspecciones realizadas hasta la fecha. Se realizan de manera aleatoria, es decir, por sorpresa y pueden ser a cualquier día de la semana y a cualquier hora”.
Los ocho técnicos que realizan las inspecciones supervisan las condiciones sanitarias de cada puesto. Controlan que se cumplan las prácticas de manipulación, la conexión de red, que dispongan de calentador de agua, de grifo de accionamiento no manual y que se utilicen toallas de un solo uso. También se toman muestras de agua en el momento para comprobar el estado microbiológico y químico.
El concejal ha aclarado que “no solo controlamos la cuestión del aceite o del acceso del agua, también controlamos los precios y es algo que nos parece fundamental por los derechos de los consumidores”.
Gosálbez ha especificado que “desde el área de consumo se comprueba que todas las churrerías tengan en lugar visible la lista de precios, dispongan de hojas de reclamaciones y que se emita ticket si lo demanda el cliente. Actuamos en favor de la protección de los derechos de los consumidores”.
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