Las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor hacen su ofrenda de flores a la Virgen
Valencia, sábado 27. 01. 2
TINA TARAZONA
Tras las exaltaciones de las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor, la Basílica es siempre el escenario final de un fin de semana cargado de sentimientos. Y es que si en el Palau de la Música se celebró para ellas uno de los momentos más especiales en el calendario con el mundo fallero como público, en la Basílica viven un broche íntimo y emocionante con la Geperudeta como única testigo.
Las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor, así como las máximas representantes de las fiestas de Castellón y Alicante, miembros de sus familias y algunos componentes de Junta Central Fallera, las han acompañado en la tarde de este sábado 27 de enero a visitar a la Virgen de los Desamparados. Una visita especial, porque marca la primera de las muchas que van a realizar durante este año y marca así también su primera ofrenda íntima ante nuestra patrona.
Las Cortes de Honor que ya con sus bandas, recientemente estrenadas en las exaltaciones, ofrecieron sus ramos en el altar mayor de una en una y dedicaron miradas de agradecimiento a la patrona. Tras ese momento y de una breve ceremonia, Mª Estela y Marina pasaron al camarín de la Virgen, donde rotas de emoción compartieron un momento íntimo con ella, llenándola de besos y palabras susurradas.
Cara a cara, pudieron pedirle a la Virgen de los Desamparados por todos los valencianos y seguramente por un ejercicio fallero inmejorable; un privilegio reservado a nuestras máximas representantes de la fiesta fallera y que ponía el broche de oro a un fin de semana de ensueño para ellas.
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