La Policía Nacional investiga el círculo de jóvenes que acudían a la casa del religioso en busca de ayuda
Valencia, miércoles 24. 01. 24
A. CASAÑ
La Policía Nacional investiga el hallazgo del cadáver del canónigo emérito de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito en su domicilio del centro de la ciudad, situado muy cerca del Palacio Arzobispal y trata de esclarecer si alguien acabó con su vida y por qué. El cuerpo sin vida del hombre de 85 años presentaba signos de estrangulamiento y los investigadores creen que el religioso podría llevar varios días muerto.
Efectivos del grupo de Homicidios de la Policía Judicial se han hecho cargo de las pesquisas y del levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal alrededor de las dos del mediodía de este martes para practicarle la autopsia. Hasta la vivienda de la calle Avellanas también se desplazaron agentes de la Científica para buscar pistas que esclarezcan un posible crimen.
Un mensaje de WhatsApp, un falso viaje y una casa sin revolver donde estaba la calefacción encendida. El portero de la finca dio la voz de alarma por la mañana tras encontrar el cadáver sobre la cama al acceder al piso del fallecido junto a un amigo que no conseguía contactar con él desde hacía días.
Además, un conocido del sacerdote se acercó al lugar para comunicar a los policías que alguna persona estaba utilizando el móvil del sacerdote para hacerse pasar por él, de acuerdo con el relato de algunos testigos presenciales. En uno de esos mensajes de WhatsApp advertía de su intención de pasar unos días fuera de casa. Un viaje que nunca llegó a realizar. De hecho, los investigadores creen que alguien suplantó a la víctima para evitar que sus vecinos y amigos le extrañaran.
Los agentes del Grupo de Homicidios encargados del caso están indagando al círculo de jóvenes que frecuentaban la casa del sacerdote, quien prestaba ayuda a personas problemáticas o con antecedentes.
La casa no presentaba indicios de haber sufrido un robo, por lo que inicialmente no se contempla este móvil. La calefacción estaba en marcha. El cadáver tampoco tiene restos de sangre. El cuerpo estaba vestido y tendido en la cama del dormitorio principal. Todo apunta a que murió asfixiado en circunstancias que trata de esclarecer la Policía.
Desde el Arzobispado de Valencia han lamentado el «triste» fallecimiento de quien fue designado canónigo en 2015 y se había jubilado recientemente. En un comunicado, han trasladado las condolencias a la familia y se han puesto a disposición de las autoridades por si su colaboración «pudiera servir para el esclarecimiento de los hechos».
Alfonso López Benito fue, entre 1999 y 2015, canónigo de la colegiata-parroquia de San Bartolomé Apóstol y San Miguel Arcángel, en la ciudad de Valencia, de donde era natural y donde recibió la ordenación sacerdotal en 1969.
Era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma. Fue párroco en varias localidades valencianas y profesor en el Instituto de Estudios Jurídicos de Valencia y en la facultad de Derecho Canónico. También trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la archidiócesis de Valencia y es autor de varios libros.
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