«Se han aprovechado muy bien durante el día las ‘ventanas de oportunidad’ en las que el viento ha amainado, lo que ha permitido el trabajo de los medios aéreos», según el 112
Valencia, domingo 05. 11. 23
A. CASAÑ
Fue durante la madrugada del sábado cuando el incendiodio un decisivo giro favorable. La humedad relativa más alta que en las jornadas anteriores y los vientos de menor intensidad jugaron a favor del control del fuego «más de lo que indicaban las previsiones», según reconoció a mediodía la consellera de Interior y Justicia, Elisa Núñez.
Los equipos de extinción que coordina la Generalitat lograron ayer sábado empezar a controlar el incendio que el pasado jueves por la tarde se originó junto a la depuradora de Montitxelvo y que ha puesto en jaque parte de las comarcas de la Safor y la Vall d’Albaida.
El siniestro, que seguía este sábado activo y que según apuntó ayer la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha tenido un «origen humano» aunque aún no se puede determinar si este origen fue accidental o intencionado, obligó a confinar en sus viviendas a unos 6.000 vecinos y dos pueblos (Castellonet de la Conquesta y Terrateig) y varias urbanizaciones con más de 850 personas tuvieron que ser desalojadas.
Las condiciones meteorológicas registradas desde el jueves hasta el viernes por la noche -con fuertes vientos, poca humedad y temperaturas cálidas- habían contribuido a la propagación de un incendio que ya ha afectado a 2.580 hectáreas de suelo en un perímetro de más de 60 kilómetros de superficie. El doble de perímetro de lo que se había estimado el viernes por la noche, según reconoció el director de la extinción e inspector jefe del Consorcio de Bomberos, José Miguel Basset.
A última hora de la tarde del sábado, el Centro de Emergencias 112 informó de que el incendio evolucionaba «favorablemente» y que ya no había llama en el perímetro, aunque seguía habiendo puntos calientes, principalmente en la cabeza del siniestro y en el flanco derecho.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, dijo a última hora de la tarde de ayer en el puesto de mando situado en Llocnou de Sant Jeronim que «este domingo se podría dar por estabilizado y perimetrado el incendio».
La actuación de los medios aéreos -cinco en total- y los de tierra -unos 300 recursos de los diferentes servicios y cuerpos intervinientes- consiguió contener las llamas en una de las zonas en las que más preocupación había, el flanco sur del río Serpis, de forma que lograron evitar el paso del incendio a la provincia de Alicante a través de la Vall de la Gallinera.
Hasta ahora, los dos únicos heridos por el incendio han sido los dos bomberos que el viernes sufrieron uno una herida en un ojo y otro un corte en la mano y cara. Ninguno de los dos revisten gravedad.
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