La selección arrasa en Zúrich y completa con un fútbol de memoria y de salón el póker de victorias en la Nations League
Martes, 31. 10. 23
A. CASAÑ
El equipo de Montse Tomé funciona a la perfección, como un reloj… suizo. Y justifica en cada presencia su condición de campona del mundo. A una velocidad de vértigo, la selección femenina española va sumando gestas y ayer ofreció una nueva exhibición ante Suiza, a la que goleó por 1-7 para dar un paso de gigante hacia la Final Four cuyo premio es el sueño olímpico, su próximo gran desafío.
Las españolas caminan intratables en esta Nations League. Encadenan ya cuatro victorias seguidas y se consolidan líderes del Grupo 4 con un pleno de 12 puntos. Además, con el tropiezo de Suecia ante Italia al no pasar del empate a uno, se distancia en cinco puntos de las nórdicas, con siete, por lo que tienen todo muy de cara para clasificarse para la Final Four que se disputa en el mes de febrero para decidir las dos plazas olímpicas.
Hubo revolución en el once, cuatro cambios con respecto al encuentro del viernes frente a Italia. Misa Rodríguez volvió a defender la portería de la selección desde aquel fatídico 0-4 contra Japón en el Mundial; no apareció Irene Paredes, pero sí debutó María Méndez; y Oihane Hernández, y en el ataque, Salma Paralluelo y Jenni Hermoso imprimieron velocidad desde el inicio. Lo decía la seleccionadora: «Hay muchos recursos, por eso España es imprevisible». Y por ahora todo funciona.
Tanto funciona esta selección que maravilla, cada vez más convencida de que puede volver a conseguir grandes hitos y de que es, sin duda, el rival a batir. Todas quieren ganar, bajarla de esa nube en la que se instaló en Sídney, pero son ya cuatro partidos de la Nations League y cuatro impecables puestas en escena. Se sufrió contra Suecia (3-2), se desató contra Suiza (5-0), no bajó los brazos ante Italia (1-0) y volvió a disfrutar este martes contra las suizas.
Hubo presión made in Spain desde el saque inicial y a los cuatro minutos llegó la primera recompensa. Apretó Jenni a Buhler y esta se enredó hasta conceder un saque de esquina. Abelleira, especialista en poner el balón donde debe siempre, entregó la oportunidad de oro a Oihane, que no desaprovechó de cabeza en el segundo palo para sumar el primer gol con la camiseta nacional.
A los diez minutos, el segundo premio a la constancia y esa decisión de que la Balón de Bronce, recién aterrizada de París, estaba lista para la batalla. Regateó dentro del área con la zurda, con esos consejos de los que se ha empapado de Aitana, dejó sentadas a dos rivales y centró hacia atrás para que Alexia, Balón de Oro 2021 y 2022, solo tuviera que empujarla. España derrochaba calidad y se lo pasaba bien.
Tomé no paraba de dar indicaciones; gesticulaba, llamaba a Jenni, aplaudía a Oihane. Suiza pareció entender que nada tenía que perder y tuvo en Lehman dos buenas oportunidades, pero ahí estuvo Misa, que pidió perdón después porque un despiste en la salida hacia un balón permitió a Pilgrim maquillar el resultado.
Aitana Bonmatí, recién galardonada con el Balón de Oro, dirigió el juego de nuevo para dejar destellos de su calidad y de por qué es la mejor del mundo. España se dio un auténtico festín ante un rival que está un escalón por debajo pese a las entradas de Anna Crnogorčevic y Ramona Bachman, que amenazaban como grandes peligros pero que no lograron inquietar. Misa apenas intervino en dos ocasiones para despejar los intentos de recortar distancias de Seraine Piubel y Alisha Lehmann.
El control era español, como el fútbol de precisión, triangulaciones entre Alexia, Jenni, Salma, ganas de ataque de Ona Batlle y Oihane por las bandas; recursos y más recursos, alegría con los pies.
Se busca Tomé en las decisiones, y, por ahora, todas parecen acertadas. Por un error informático, no pudo convocar a Irene Paredes, que estaba preparada para jugar, pero la UEFA no registró a tiempo la nueva lista en la que aparecía la de Legazpi. Pero Tomé tenía fondo de armario para controlar el partido y aumentar el festín de goles.
No hacía falta que brillaran Aitana o Jenni, hay muy buenas opciones en cada demarcación, en cada fila, se llamen como se llamen. María Méndez, debutante con estrella, consiguió el tercero para alegría de un buen puñado de españoles en los 8.500 espectadores que corearon el típico «Hola, fondo norte; hola, fondo sur». Alexia reivindicó el poder en el vestuario marcando el cuarto de penalti. Y el quinto y el sexto, de los pies de una siempre eléctrica Athenea que acababa de salir al campo. El séptimo, para cerrar el festival, Maite Oroz.
Victoria incontestable de una selección española que sigue lanzada y que con Tomé a los mandos solo sabe ganar.
Datos del partido
Suiza: Peng; Crnogorcevic (Aigbogun, m.62) Bühler, Calligaris (Stierli, m.62), Riesen; Sow (Terchoun, m.86), Walti (Vallotto, m.62), Reuteler; Lehmann (Pilgrim, m.66), Bachmann y Piubel
España: Misa; Oihane (Olga Carmona, m.77), Méndez, Aleixandri, Ona Batlle; Aitana Bonmatí (Inma Gabarro, m.77), Tere Abelleira, Alexia Putellas; Lucía García (Athenea del Castillo, m.64), Jenni Hermoso (Maite Oroz, m.84) y Salma Paralluelo
Goles: 0-1, m.4: Oihane, 0-2, m.11: Alexia, 0-3, m.56: Méndez, 0-4, m.62: Alexia (p), 1-4, m.69: Pilgrim, 1-5, m.72: Athenea, 1-6, m.89: Athenea, 1-7, m.93: Maite Oroz
Árbitra: Iuliana Demetrescu (Rumanía). Amonestó a Crnogorcevic por parte de Suiza
Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga de Naciones disputado en el Estadio Letzigrund de Zúrich ante 8.515 espectadores.
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