VICENTE TORRES
30. 10. 23
Me ha llegado a través de una noticia triste. VozPópuli, al dar cuenta del fallecimiento de Ramón Rodríguez Arribas ha rescatado una entrevista que le hizo el 2 de septiembre, en la el antiguo vicepresidente del Tribunal Constitucional dice textualmente: «Sigo pensando que, a pesar de todo en el Tribunal Constitucional hay gente con suficiente sentido común y patriotismo para aplicar la Constitución».
Parece excesiva tanta confianza en este tribunal a la vista de la seguridad que demuestra el Felón en que sus magistrados cumplirán exactamente sus órdenes. El ambiente que hay en los medios y en la calle es que todo el mundo da por hecho que será así.
Sin embargo, también conviene tener en cuenta que Ramón Rodríguez Arribas ha formado parte de ese tribunal, por lo que sabe como funciona y tendrá mejor conocimiento de sus actuales componentes que la mayoría de los españoles. O sea, que tampoco parece prudente descartar su parecer.
Pero aparte de esto, en la misma entrevista también hay otro dato que invita al optimismo, y es que deja bien claro que la amnistía una vez establecida la democracia es una aberración. Esto mismo han dicho otros juristas que también han formado parte del TC, con lo cual es evidente que todos sus actuales componentes han de pensar lo mismo, con lo que si luego determinan lo contrario ya saben que sus nombres quedarán ligados a una perversión jurídica.
Es normal que a personajillos como Boyé, Asens, Sánchez, Calviño y otros no les importe este detalle.
Pero los magistrados del TC no querrán, o no deberían querer, que sus hijos y sus nietos carguen con esa vergüenza el resto de sus días. Porque tampoco se puede pensar que el asunto acabe con la decisión que tomen, si no es la correcta, ya que los demócratas tendrán más pasos que dar antes de aceptar la canallada.
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