Valencia da luz verde a su topónimo bilingüe a la espera del aval al acento cerrado

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento tumban la propuesta de Vox que aludía a una normativa no oficial y recuerdan que el dictamen de la AVL es vinculante como órgano estatutario

Valencia, martes 26. 09. 23

A. CASAÑ

El Ayuntamiento de Valencia ha acordado iniciar el expediente para cambiar el nombre de la ciudad a Valencia/Valéncia. Con la mayoría de votos de PP y Vox, el Pleno ha acordado iniciar el procedimiento para cambiar la denominación oficial de la ciudad -València- por la versión bilingüe Valencia-Valéncia.

Luz verde por tanto a un proceso en el que el consistorio deberá recabar la documentación justificativa que avale esa modificación para remitir el expediente a la Generalitat. Entre otros, es necesario un estudio técnico suscrito por un experto, en el que se expongan los fundamentos históricos y lingüísticos de la medida.

El Consell de Carlos Mazón tiene la última palabra, previa consulta preceptiva y vinculante a la Academia Valenciana de la Llengua. En ese sentido, el baile del acento -de abierto a cerrado- en el topónimo en valenciano es uno de los aspectos clave.

Fue precisamente este órgano estatutario quien en 2016 emitió un informe favorable a la medida impulsada entonces por el Gobierno local de Joan Ribó para que València fuera el único nombre oficial de la capital del Turia, al considerar que aunque la pronunciación recomendada era con la e cerrada, la grafía adecuada desde el punto de vista histórico y lingüístico del topónimo era la abierta.

Así, el PP ha mantenido la intención de cambiar el nombre de la ciudad, aunque Vox ha presentado una enmienda de modificación del acuerdo para que la denominación de la ciudad sea Valencia/Valéncia, y no Valéncia/Valencia como está propuesto ahora. En el debate, la concejala del PP María José Ferrer San Segundo ha abierto la puerta a mantener el término València si así lo dice la AVL

Por su parte, los concejales de Vox -cuyo votos eran decisivos para que la propuesta saliera adelante- impusieron su criterio, basado en una normativa alternativa que choca con lo estipulado en el Estatuto de Autonomía. La moción ligaba el cambio de denominación con las Normas del Puig, «avaladas por la Real Academia de Cultura Valenciana, Lo Rat Penat y otras instituciones representativas de la cultura auténticamente valenciana» no oficiales.