Le acusan de estafar al Lleida en la década de los 2000
Miércoles 30. 08. 23
A. CASAÑ
Está en boca de todo el mundo por su comportamiento durante la celebración del título en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 y los acontecimientos que se han sucedido a posteriori, incluyendo su controvertido discurso durante la Asamblea Extraordinaria de la RFEF del pasado viernes 25 y la rastrera actitud de enviar a FIFA un vídeo de celebración de Jenni Hermoso celebrando el grandísimo éxito del fútbol español femenino que él ha empañado.
No se trata del primer escándalo en el que se ve envuelto Luis Rubiales durante su mandato al frente del organismo que rige el fútbol español, pero en los últimos días se ha desempolvado también una polémica que protagonizó durante su etapa como jugador profesional de fútbol.
Concretamente, fue el periodista Jordi Guardiola el que, mediante ‘X’ (la red social antes conocida como Twitter), acusó a Luis Rubiales de estafar a la Unió Esportiva Lleida en la década de los 2000 al forzar su salida de dicho conjunto catalán con lo explicado como una artimaña lejos de la verdad.
A part d’un masclista fastigós, Luis Rubiales també és un estafador. A la UE Lleida ho van experimentar en primera persona. Us ho explico en quatre piulades: pic.twitter.com/WWxcGnhquU
— Jordi Guardiola (@JordiGuardiolaF) August 25, 2023
Rubiales vistió la camiseta del UE Lleida en la temporada 2000/01, estando dicho equipo en Segunda División, pero tras consumarse el descenso a Segunda B, y pese a que tenía contrato para continuar en el club, pidió la carta de libertad a pocos días de comenzar el nuevo curso.
Alegó que no podía continuar viviendo en la ciudad porque su mujer había recibido amenazas de muerte anónimas y que tenían miedo de salir a la calle. La UE Lleida, pese al poco margen para encontrarle un sustituto, accedió a sus súplicas después de que él asegurase que no tenía ofertas de ningún otro equipo. Sin embargo, un día más tarde, ya con la carta de libertad bajo el brazo, fichó por el Xerez, de Segunda División. De las amenazas de muerte comentadas, nunca más se supo.
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