La selección femenina disputará el oro tras un partidazo de Alba Torrens (27 puntos y 5/7 en triples)
Sábado, 24. 06. 23
REDACCIÓN informaValencia.com
Alba Torrens fue la clave. La jugadora de Binissalem, a 3 puntos de batir el récord de anotación de Amaya Valdemoro con la selección en un Eurobasket, dinamitó el partido con una actuación estelar (27 puntos, 18 al descanso) que iluminó el camino del equipo hacia la final. La sexta final de la historia de España se disputará este domingo (20 horas) en el Stozice Arena de Liubliana y el equipo de Miguel Méndez va lanzado hacia el oro.
La puesta en escena, con 5 puntos consecutivos precisamente de Alba, ha sido inmejorable y ha marcado una distancia (5-0, minuto 2) con la que España ha jugado durante todo el primer cuarto, forzando a las húngaras a jugar con la incomodidad del marcador en contra. Y no han podido superar, ni esa incomodidad forzada por el marcador y la impecable defensa española, a pesar de haberlo intentado con cambios defensivos, una zona y no renunciando a la velocidad. Pero España ha sido más rápida, también en el balance defensivo, y ha jugado en todo momento con inteligencia y buenas decisiones.
Sólo dos tapones consecutivos de Hatar han impedido que los primeros 10 minutos acabaran con más de un 18-14. Y en el segundo cuarto, una nueva exhibición defensiva, forzando pérdidas, cortando pases, rentabilizando ayudas y recuperaciones, ha multiplicado el dominio español en todos los sentidos.
Dos triples seguidos, de Alba y Maite, han colocado una máxima ventaja de 36-20 (minuto 18) frente a una Hungría incapaz durante muchos minutos de dar réplica a la perfectamente engrasada maquinaria española y a los 18 puntos con los que Alba se ha ido al descanso. Con 38-28 porque Studer ha encadenado dos acciones de mérito, la segunda de ellas, un triple lejanísimo.
En el bando rival, tan solo Cyesha Goree y Agnes Studer opusieron resistencia a un conjunto que, pese a comenzar con un tropiezo en la fase de grupos ante Letonia, está ya a un solo paso de ser una revolución.
Carrera y Gil respondían en defensa y en ataque para mantener la ventaja española y Ginzo aparecía con su tiro de media distancia para mantener el statu quo. Las húngaras, aupadas por una grada que ensordecía con sus tambores, respondían con una acertada Goree y Miguel Méndez sacó a la capitana en pista para poner orden.
Bernadett Hatar, con sus 208 centímetros, intimidaba en su zona y en la rival. Pero Laura Gil, su pareja de baile, consiguió marearla bajo el aro en más de una ocasión para conseguir engrasar el casillero. España jugaba a la anticipación intentando provocar el desgaste mental en sus rivales (24 balones perdidos de Hungría). Las jugadoras de Norbert Szekely no se daban por vencidas, pero la selección sacaba sus garras con dos triples (Torrens y Cazorla) consecutivos que colocaban la máxima diferencia en el marcador (+14). La mallorquina seguía en estado de gracia ante la desesperación del banquillo contrario y España se marchaba a la pausa imperando en el marcador (38-28).
En el tercer cuarto, sin embargo, ha mandado Hungría. Ha reforzado su defensa, ha encontrado mejores vías de anotación, y ha aprovechado los minutos en que España, menos acertada en ataque, ha fallado hasta 4 tiros libres en dos minutos. El partido se endureció.
Los contactos eran constantes ante la que parecía ser una estrategia de las húngaras para bajar el duelo a las trincheras. Nina Aho apareció para propulsar a su equipo, que recortó distancias hasta colocarse a siete puntos. La selección se bloqueó en ataque, pero respondió en defensa para minimizar los daños y la conexión Ouviña-Ginzo daba sus frutos para mantener la equidistancia ante unas rivales que cada ve estaban más al acecho. Las de Szekely recuperaron la hegemonía en el rebote y Hatar, desde el tiro libre, colocaba a su equipo a cuatro (50-46) pese a estar medio lesionada, para cerrar un parcial de 12 a 18, Hungría plantaba cara y a España le tocaba sufrir.
El partido era prácticamente un encuentro nuevo en el último cuarto. La tensión estaba en el aire y se podía cortar con un cuchillo, con apenas tres puntos separando ambas escuadras. España sobrevivió al tsunami rival con un parcial de 6 a 2 que era como una bombona de oxígeno. Parecía que estaba todo bajo control, pero Hungría no dejaba de remar y Kiss apareció con un triple que colocaba de nuevo los nervios en el cuerpo técnico español (56-53). Y apareció Maite Cazorla. La base (16 puntos y 6 asistencias) puso la calma encontrando esos pases invisibles para ver a Carrera. España, con el corazón en un puño, ganaba de siete a falta de un minuto gracias a una canasta de la máxima anotadora del encuentro, Alba Torrens que ponía el lazo a una victoria con sabor a medalla. El choque de manos de Madelén Urieta y Laia Palau en el banquillo lo decía todo: ¡España ya estaba en la final!
Datos del partido
ESPAÑA: Carrera (8), Casas (0), Cazorla (16), Gil (6), Torrens (27) -cinco inicial-, Ouviña, Domínguez (2), Ginzo (10), Quevedo (0), Rodríguez (0).
HUNGRÍA: Dubei (4), Goree (12), Kiss (7), Studer (13), Lelik (4) -cinco inicial-, Kanyasi (7), Aho (3), Hatar (4), Horvath (2), Ruff-Nagy (0), Torok (0), Varga (4).
PARCIALES: 18-14, 20-14, 12-18, 19-14
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