La red de Cáritas, compuesta por las acogidas parroquiales y los programas de acción social diocesanos, acompañó en 2022 a 51.706 personas, un 6,8% más que el año anterior
Valencia, jueves 08. 06. 23
A. CASAÑ
Los dos grandes factores de exclusión en la Comunitat Valenciana son el acceso al empleo estable y a una vivienda digna, y son también las necesidades más demandadas -junto con la alimentación- por las personas que llaman a la puerta de Cáritas Diocesana de Valencia, entidad de la Iglesia que reclama “políticas sociales públicas” dirigidas a estas materias y “políticas de garantía de ingresos y protección a la familia”.
Es uno de los mensajes que se desprende de la memoria de resultados de Cáritas Valencia del año 2022, que se ha presentado esta mañana en un acto en el que ha tomado parte el obispo auxiliar de Valencia, Arturo P. Ros; el director de Cáritas Valencia, Ignacio Grande y la secretaria general de la institución, Aurora Aranda.
En las conclusiones de la memoria de 2022, Grande ha hecho hincapié en la “urgencia y necesidad de seguir avanzando en que el diseño de las políticas sociales se realice desde un enfoque basado en derechos humanos. Hasta ahora los pilares básicos que daban soporte al Estado de Bienestar eran la educación, la sanidad y las pensiones, pero el diagnóstico sobre cambios sociales y demográficos en España pone de manifiesto la necesidad de añadir otro pilar, la vivienda, sin olvidar la necesidad de seguir recuperando un empleo estable y digno, junto a unas políticas de garantía de ingresos y protección a la familia suficientes”, ha reclamado el director de la entidad.
También ha resaltado que “los vaivenes y crisis del modelo afectan a todas las capas sociales, especialmente a las más vulnerables” y ha pedido que se garantice “que ningún derecho se pueda cubrir recurriendo sólo al mercado, pues esto tiene un efecto perverso: quien puede pagarlo accede y quien no, se queda fuera del nivel de vida adecuado y con ese derecho vulnerado”.
Igualmente ha precisado que “en Cáritas, además de atender y acompañar a las personas que nos lo piden también tenemos el objetivo de sensibilizar y animar a la acción de la comunidad para la rehabilitación y auxilio de las sociedades heridas: existen miles de personas que atraviesan situaciones muy complejas y la sociedad valenciana debe ser capaz de dar respuesta a la fragilidad de nuestros hermanos”.
«Oportunidad para las personas»
En Cáritas Valencia “estamos empeñados en ser oportunidad para las personas”, ha destacado Aurora Aranda, secretaria general de la institución, quien ha señalado que “las necesidades más demandadas por las personas que acuden a nosotros, según los datos recopilados en las 429 Cáritas Parroquiales de la Archidiócesis, son la alimentación, la vivienda y el empleo”.
Sobre la alimentación, Aranda ha destacado que el 68% de las ayudas que ofrece Cáritas se dan en tarjetas solidarias, “lo que favorece la dignidad de las personas”.
El tema de la vivienda “nos preocupa mucho en Cáritas” porque seis de cada diez personas atendidas en la entidad solicitan ayuda para poner mantener el lugar en el que viven. Se trata de un asunto “fundamental en el desarrollo del proyecto vital de una persona y para conseguir una calidad de vida digna”. Al respecto, el 65% de las ayudas en este ámbito se destinaron al pago del alquiler y el 35% restante, a suministros.
En cuanto al empleo, Cáritas Valencia atendió a más de 2.700 personas a través de la agencia de colocación y de los proyectos de acompañamiento en la búsqueda de empleo, y el fruto es que una de cada cuatro personas consiguió una oportunidad de inserción laboral.
Pobreza cronificada
La red de Cáritas, compuesta por las acogidas parroquiales y los programas de acción social diocesanos, acompañó en 2022 a 51.706 personas, un 6,8% más que el año anterior. Entre otros aspectos, los representantes de la entidad han destacado “la influencia en las personas en situación de mayor vulnerabilidad de los efectos de la pandemia, la subida de los precios y la inflación y las consecuencias de la guerra de Ucrania” así como la cronificación de la pobreza ya que “el 19 por ciento de las personas atendidas lo son desde hace más de 10 años”.
También han puesto el foco en el número de menores de edad atendidos, cerca de 15.000 en nuestra diócesis, 928 de ellos a través de proyectos de Infancia y Adolescencia o acogidos en el Hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents.
Del mismo modo, los representantes de Cáritas han agradecido la labor y colaboración desinteresada de las 4.702 personas voluntarias, la mayoría (72%) mujeres, que son “el corazón de Cáritas, nuestra mayor riqueza y siempre están al pie del cañón”.
En 2022 Cáritas invirtió más de doce millones de euros (12.675.254 euros) en la atención social en la diócesis de Valencia, un 52% en programas de atención y acompañamiento y un 24% para cubrir necesidades básicas como alimentación, suministros, ayudas para alquiler, desahucios, pago de recibos, reparaciones en la vivienda, medicamentos o ayudas educativas.
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