Los seis prestigiosos galardones recaen este año en Antonio Echavarren Pablos, Olympia Bover Hidiroglu, Guillermina López-Bendito, Carlota Escutia Dotti, Daniel Maspoch Comamala y Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila
Valencia, martes 06. 06. 23
A. CASAÑ
Los Premios Rei Jaume I, que este año celebran su trigésimo quinta edición, han galardonado investigaciones sobre cambio climático, conexiones neuronales o química orgánica, además de la trayectoria profesional de Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de la compañía alimentaria Cascajares.
El premio en la categoría de Investigación Básica ha recaído sobre Antonio Echevarren Pablos por sus contribuciones a la química orgánica, especialmente la catálisis para producir medicinas y otros materiales; el de Investigación Médica sobre Guillermina López Bendito, por sus estudios sobre los procesos de las conexiones neuronales, y el de Economía ha sido para Olympia Bover Hidiroglu, por sus estudios sobre los mercados de trabajo, vivienda y hogares.
En la categoría de protección del medio ambiente se ha premiado a Carlota Escutia Dotti, por sus estudios sobre las condiciones ambientales cambiantes en el manto antártico y su impacto en el sistema climático global; y el premio de Nuevas Tecnologías ha sido para Daniel Maspoch Comamala, por sus investigaciones sobre el avance de la nanotecnología y la química de materiales reticulares porosos.
El fallo de los jurados, formado por cerca de un centenar de personas, entre ellas veintiún premios Nobel (cuatro de los cuales lo hacen por primera vez), ha sido leído este martes por el presidente ejecutivo de los Premios Rey Jaume I, Javier Quesada, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat y presidido por el presidente en funciones, Ximo Puig.
A los galardones se habían presentado un total 222 candidaturas, 53 de ellas mujeres (el 24 %). Se trata de los premios con mejor dotación económica del país, 100.000 euros para cada una de las categorías, con el compromiso de reinvertir una parte a la investigación y el emprendimiento en España.
Los premiados
El jurado de los premios Rey Jaume I ha otorgado el premio en la modalidad de Investigación Básica a Antonio Echavarren Pablos, catedrático de Química Orgánica por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor investigador del CSIC y Group Leader en el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), por sus aportaciones a la química orgánica, especialmente centradas en la catálisis, que han permitió aumentar la eficiencia de las reacciones químicas para producir medicinas y otros nuevos materiales.
Sus contribuciones más importantes han sido en catálisis con oro, con el establecimiento de los fundamentos que han guiado el descubrimiento de nuevas transformaciones por otros grupos de investigación. Su grupo fue uno de los pioneros en química del oro, al descubrir que los catalizadores de este metal son los más selectivos para la activación de alquinos.
En cuanto a la categoría de Economía, ha obtenido el galardón Olympia Bover Hidiroglu, doctorada en Economía por la London School of Economics e investigadora asociada del Institute for Fiscal Studies Research Fellow del CEPR y fellow de la European Economic Association (EEA), además de expresidenta de la Asociación Española de Economía (AEE). Asimismo, es economista del Banco de España desde 1991 y actualmente desempeña su labor como directora del Departamento de Análisis Estructural y Estudios Microeconómicos.
Este premio reconoce el trabajo de Olympia Bover en el campo de la microeconomía aplicada, donde ha llevado a cabo importantes estudios empíricos sobre los mercados de trabajo y de la vivienda y sobre el comportamiento de los hogares. Destaca por haber introducido relevantes innovaciones metodológicas en el análisis de datos de panel y de encuestas de hogares, y su trabajo ha sido influyente tanto en la comunidad académica como en el mundo de la política.
Asimismo, en Investigación Médica el galardón ha sido otorgado a Guillermina López-Bendito, doctora en Neurociencias, profesora de investigación y directora del Departamento de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto impulsado por la Universidad Miguel Hernández y el CSIC, que está reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa.
El galardón se le otorga por su estudio de los procesos que subyacen a la formación de las conexiones neuronales, donde demuestra que son fundamentales para una función cerebral normal. Su investigación tiene como aspiración a largo plazo reparar conexiones neuronales defectuosas en pacientes con defectos sensoriales como la ceguera.
El Premio Rei Jaume I a la Protección del Medio Ambiente ha recaído en Carlota Escutia Dotti, doctora en Ciencias del Mar e investigadora científica en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Escutia ha ocupado cargos en la Universidad de Stanford, el Servicio Geológico de EEUU y el Programa de Perforación Oceánica de la Universidad de Texas A&M, además de coordinadora del Scientific Committee for Antarctic Research (SCAR) y representante española en el Antarctic Treaty Organization.
Se reconocen con el galardón sus contribuciones pioneras en la comprensión de las condiciones ambientales cambiantes en los mantos de hielos antárticos, el océano austral y la biota y su impacto en el sistema climático global. Como investigadora principal en numerosos proyectos de investigación, incluido el liderazgo de la Expedición 318 del Integrated Ocean Drilling Program (IODP), ha realizado descubrimientos pioneros que han sido fundamentales para avanzar en el conocimiento de la dinámica de la capa de hielo antártica y la importancia de los niveles atmosféricos del dióxido de carbono en la historia glacial del Cenozoico.
En la categoría de Nuevas Tecnologías, el galardón ha recaído en Daniel Maspoch Comamala por su trabajo centrado en el avance de la nanotecnología y la química para el diseño y desarrollo de materiales reticulares porosos y sistemas de liberación de sustancias para distintas aplicaciones. En concreto, el jurado ha tenido en cuenta sus logros en la administración de fármacos para el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular; el desarrollo de tecnología de microencapsulación biodegradable, además de su dedicación a la formación de personal investigador y atracción de talento.
Maspoch es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Girona (UdG) y doctor en Ciencia de Materiales por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB)/ Institut de Ciència dels Materials de Barcelona (ICMAB-CSIC) Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2). Además, es jefe del grupo Nanoquímica y Materiales Supramoleculares del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2).
Finalmente, el Premio Jaume I en la modalidad de Emprendimiento ha sido para Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de Cascajares, empresa dedicada al sector de la agroalimentación, con diversas líneas de acción, desde la cría de animales hasta la hostelería o la elaboración de productos de marca blanca.
El jurado ha destacado la tenacidad y resiliencia en el desarrollo de su proyecto empresarial, así como su apuesta por la innovación dentro del sector de la alimentación. Se destaca igualmente su carácter pionero en el sector primario, su conciencia medioambiental y sus aportaciones a la economía circular, la recuperación del medio rural y la inserción laboral de personas con necesidades especiales.
Un faro que inspira a la sociedad
El presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, ha destacado de estos premios que han sido un «faro» que inspira a la sociedad valenciana, una referencia internacional que proyecta un itinerario hacia la búsqueda de nuevas fronteras científicas y tecnológicas, con base en el Humanismo, la protección del Medio Ambiente, «sin negacionismos irresponsables», y el impulso al espíritu emprendedor, «fieles al ADN mediterráneo«. «Sigamos trabajando por la ciencia y por la consciencia», ha reclamado.
Puig ha destacado asimismo que, 35 años después, la semilla de «ilusión» plantada por el científico Santiago Grisolía con el impulso de estos galardones «ha germinado, se ha robustecido y ha mejorado nuestra sociedad» y lo ha hecho haciendo aquello que engrandece a un científico: «insistir, persistir y nunca –jamás– desistir».
Ha asegurado que la sociedad valenciana «ha consolidado un camino del que no puede volver a desviarse» y ha advertido de que «ya lo vimos en otro tiempo: los atajos a la prosperidad abocan al precipicio». «El cortoplacismo acaba despeñando a un país», ha aseverado Puig.
Seis iconos a imitar
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Premios Jaume I, el empresario Vicente Boluda, ha destacado que los premiados de este años serán seis nuevos embajadores e «iconos a imitar», que «desde ya» trabajan para el conjunto de al sociedad.
Boluda ha agradecido al presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, su «enorme apoyo y consideración» hacia estos premios por convicción personal, lo que ha contribuido a su prestigio y a la conexión de la investigación, la ciencia y la empresa.
«Todos somos conscientes que el respaldo electoral abre una nueva etapa y esperamos que los que cojan las riendas integren en su estrategia la ciencia, la investigación y el emprendimiento», ha señalado Boluda, que ha vuelto a reclamar un «gran pacto» social por la ciencia.
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