La voz eterna de Nino Bravo 50 años después

Valencia se vuelca en el reconocimiento de su intérprete más querido cuando se cumple medio siglo desde su fallecimiento

Valencia, domingo 16. 04. 23

ANA MIRALLES

‘Te quiero, te quiero’, ‘Un beso y una flor’, ‘Libre’, ‘América, América’, ‘Noelia’, ‘Tu cambiarás’, ‘Cartas amarillas’, ‘Esa será mi casa’, ‘Es el viento’, ‘Voy buscando’… la voz del cantante valenciano nunca se apaga. Hace 50 años ya que se fue, quién lo diría, Luis Manuel Ferri Llopis (Ayelo de Malferit -Valencia- 1944), rebautizado como Nino Bravo, cuando trabajaba en nuevos acordes y nuevas palabras de amor, fallecido en la maldita edad de los grandes del rock, poco antes de cumplir los 30. La carretera acabó con una carrera fulgurante, imparable, repleta de éxitos, de himnos eternos.

Es el viento / Que te habla / Que acaricia tu corazón / Es el viento / Que te pesa / Es el viento que soy yo… Se cumplen 48 años de la muerte de Nino en un fatídico accidente de tráfico pero su voz nunca se apaga, generación tras generación, reedición tras reedición.

Desde su primer y rotundo gran éxito en 1.969 con el tema de Manuel Alejandro ‘Es el viento’, sus canciones marcan a miles de seguidores en España y Latinoamérica casi 50 años después de su desaparición. Hoy cumpliría 77 años y seguiría deleitándonos con sus baladas románticas, su tono de voz arrollador que todo lo llenaba, su entonación que embelesaba a tantas chicas y querían imitar sus pretendientes.

Nino sigue estando presente, eterno en reuniones de amigos, en karaokes, en el interior de los coches con las sintonías de muchas mañanas de radio, en aquellos antiguos LP’s, en la colección de CD’s y ahora en las plataformas de música. Y seguro que pasarán muchos años más porque la música es eterna, curativa y las canciones de Nino Bravo nunca pasan de moda.

El adiós

La mañana del lunes 16 de abril de 1973, Nino Bravo, acompañado por su guitarrista José Juesas Francés, y Fernando Romero y Miguel Ciaurriz, del Dúo Humo, partieron temprano de Valencia hacia Madrid para hacer unos ajustes en un próximo sencillo del Dúo Humo, al que Nino representaba.

El viaje decidieron hacerlo en el coche de Nino, un BMW 2800 L de 1970, comprado de segunda mano en Canarias. Tras casi dos horas de trayecto, pararon a repostar y a los pocos kilómetros de retomar el viaje, en el término municipal de Villarrubio (Cuenca), de la N-III, el vehículo se salió de la carretera en una curva famosa por sus siniestros y dio varias vueltas de campana.

Los músicos que lo acompañaban salieron ilesos pero el cantante falleció de camino al Hospital. Apenas tenía 28 años pero con decenas de canciones grabadas era ya un ídolo de la música melódica. Nino Bravo perdura en el tiempo y numerosos grupos han rescatado su música para reinterpretar algunas de sus canciones. Inolvidable, eterno Nino.