Y se le da a los alumnos más tiempo para resolver los ejercicios. El borrador del nuevo real decreto ya ha sido enviado a las CC.AA.
Madrid, miércoles 08. 02. 23
A. CASAÑ
Después de las presiones de profesores, filólogos y hasta la propia Real Academia Española, además del PP, la ministra de Educación Pilar Alegría, se ha visto obligada a modificar la prueba de acceso a la universidad. Así, según el texto distribuido a medios y comunidades se elimina la polémica prueba de madurez que tanto fue contestada y desaparecen las alusiones a las preguntas tipo test.
La prueba de madurez
Según explicaba el primer documento en el que se presentó, el ejercicio «constará de un dossier formado por una serie de documentos que girarán todos ellos en torno a un mismo tema entre una variedad de ámbitos de conocimiento (actualidad, científico, humanístico, etc.)». Es decir, una explicación que decía mucho sin decir nada y que en la práctica era una sumatoria de asignaturas evaluadas todas juntas.
La prueba que ya no aparece en el nuevo texto que iba a entrar en vigor en 2024. El ministerio fue dando pasos hacia atrás, pero de a poco. En diciembre pasado ya detuvieron la aplicación de la nueva prueba hasta el curso 27-28, es decir, la retrasaron un curso académico, ya que estaba prevista su aplicación de forma definitiva para el 26-27. Para esta nueva EBAU se planteaba un periodo de transición que empezaba el próximo curso; seguía el 2024/2025 y el 2025/2026 hasta llegar a su implantación final en el 2027-28. Este periodo transitorio también ha desaparecido.Otra modificación es el tiempo para hacer los ejercicios, que pasa de 90 a 105 minutos.
Cambios en el contenido
De acuerdo con el borrador facilitado por el Ministerio, la prueba de acceso constará de cuatro ejercicios que versarán sobre las siguientes materias: Lengua Castellana y Literatura II; Lengua Extranjera II cursada por el estudiante; la materia específica obligatoria de 2º de Bachillerato de la modalidad, y en su caso vía, cursada y en el caso de las comunidades autónomas con lengua cooficial, la administración educativa podrá establecer la obligatoriedad de un ejercicio más referido a la materia Lengua Cooficial y Literatura II.
Además, los alumnos podrán elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía, a elección del alumnado como ocurría hace una década.
Luego están los exámenes de la asignatura específica obligatoria de la modalidad: Matemáticas II o Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales II para los estudiantes de Ciencia y Tecnología; Latín II o Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales II para los del Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales; Ciencias Generales II para los del nuevo Bachillerato General; Dibujo Artístico II para los del Bachillerato de Artes Plásticas, y Análisis Musical II o Artes Escénicas II, para los del Bachillerato Musical y Escénico.
¿Qué pretendía hacer antes el ministerio? Antes se evaluaba conjuntamente Lengua, Literatura, Historia y Filosofía, además de las materias correspondientes a la lengua extranjera elegida y a la lengua cooficial de las comunidades autónomas que la posean. Esta prueba consistía en dos documentos y sobre estos se hacían 25 preguntas tipo test o semiconstruidas (osea, de rellenado de huecos). Además, había tres preguntas de desarrollo con de máximo 150 palabras cada una.
Desaparece la prueba de madurez
El borrador del real decreto del Ministerio de Educación ya no menciona la prueba de madurez que iba a incluirse como gran novedad en la nueva EBAU
Historia de España o de la Filosofía
Los alumnos podrán ahora elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía; antes debían hacer las dos y ponderaban un 25% cada una
Revisión de las notas
Cada alumno podrá pedir una segunda corrección o una reclamación de los ejercicios en los que se considere incorrecta la aplicación de los criterios de evaluación, de corrección y de calificación
Las comunidades, desconcertadas y desinformadas
Este nuevo borrador, según señaló el ministerio en un comunicado, se remitió a las comunidades y se presentará el viernes en la reunión de la Comisión General de Educación. Este periódico ha preguntado a algunas autonomías qué opinan del texto y respondieron que no han podido verlo aún porque el ministerio se los envió hoy a las 4:31 de la madrugada.
El consejero de Educación de la Xunta, Román Rodríguez González, denunció en primer lugar la hora a la que recibieron el borrador. «Después nos levantamos y ya lo vimos publicado en un medio de comunicación. Esto demuestra la forma de proceder de una administración, que no parece la más adecuada».
Pese a que se vuelve al modelo de siempre, al consejero no le gustó la propuesta porque no pone sobre la mesa una EBAU única y porque considera que «hay una relajación de los niveles de exigencia», tanto en la prueba como en el Bachillerato. «Da la sensación de que el Ministerio no sabe qué modelo seguir, de que no tiene las ideas claras. Está cambiando los borradores constantemente y está generando una ceremonia de la confusión absoluta, ya no sólo para las administraciones, sino también para las familias y para los alumnos».
Por su parte, Enrique Ossorio, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, recordó que la prueba de madurez fue criticada por la RAE y otras instituciones porque «no sirve para evaluar que un alumno acceda a la universidad»
«Podré volver a explicarle Lengua a mis alumnos»
Salvador Pons, catedrático de Lengua Española de la Universidad de Valencia fue uno de los impulsores de la iniciativa de Change.org para eliminar la nueva prueba. Detrás de él se sumó la Asociación de Escritores con la Historia y la mismísima Real Academia Española se hizo eco de la queja de este y otros profesores que firmaron la petición.
En declaraciones al diario ABC, Pons aseguró estar contento con el cambio, aunque reconoció tener reservas ya que teme que haya cambios de último momento. «De momento, parece que se vuelve al examen anterior, al que teníamos hasta ahora. Es decir, la propuesta de reforma que consistía en preguntas tipo test y tres preguntas breves parece haber quedado desestimada y, además, se vuelve a un examen por asignatura», recuerda Pons.
En ese sentido, «se ha cumplido una de nuestras reivindicaciones que era que hubiera un examen por asignatura y otra era la vuelta a la casilla de salida para el examen de Lengua, es decir, que estuviéramos como estábamos. La idea del ministerio ya no existe y podemos volver a explicarle sintaxis, gramática, análisis morfológico, comentario y escritura de textos…En definitiva, la asignatura de Lengua a los alumnos», apunta.
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