Solo 6 comunidades autónomas han incrementado el horario que proponía la LOMLOE para la asignatura, mientras que en el resto solo se cursará una hora a la semana
Valencia, miércoles 21. 12. 22
A. CASAÑ
La Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura ha hecho pública una nota en la que hace una valoración de todo el proceso de implantación de la asignatura de Religión católica, tras los cambios motivados por la ‘ley Celaá’, en la que lamenta que se mantengan una situación «que no es del todo satisfactoria». También alertan de «una posible discriminación ilegal de los alumnos y alumnas que eligen el área/materia de Religión», al ser penalizados frente a sus compañeros que optan por lo cursarla.
En concreto, valoran, entre otras cuestiones, que en varias comunidades autónomas haya disminuido la carga lectiva destinada a la materia y que la desaparición de la alternativa podría afectar al «principio de no discriminación» a la par que penaliza a los alumnos que eligen Religión católica en Bachillerato, según recoge el diario ABC.
Tras finalizar el proceso de concreción de currículum y ordenación académica de las comunidades autónomas, que concreta la aplicación de la ‘ley Celaá’, los obispos hacen una valoración llena de claroscuros. Por una parte, lamentan que se hiciera caso omiso a la propuesta que presentaron en julio de 2020 en la que plantearon a Isabel Celaá, entonces ministra de Educación, integrar los contenidos de Religión católica en «un ámbito específico de educación moral en la escuela». Una «propuesta de integración novedosa» que hubiera resuelto el problema de la asignatura y le habría dado estabilidad, después de años de estar sometida a los vaivenes de las continuas reformas educativas.
Sin embargo, el Gobierno no atendió aquella propuesta y el texto final que acabó aprobando el Congreso reducía la clase de Religión a una hora semanal, cuando en la mayoría de los cursos era de dos, de acuerdo a la LOE, la ley a la que la LOMLOE, supuestamente, daba continuidad. La argumentación del Ejecutivo es que las comunidades autónomas podían modificar este horario, en su ordenación territorial, si lo consideraban.
En la práctica, Aragón, Asturias, Baleares, País Vasco, Comunidad Valenciana, Galicia, Canarias, Cantabria, Cataluña, La Rioja y Navarra han mantenido la carga de una hora semanal. Solo Andalucía, Castilla y León, Madrid, Murcia, Castilla- La Mancha y Extremadura han incrementado el horario mínimo establecido por el ministerio de Educación.
En ese sentido los obispos valoran de forma positiva el esfuerzo hecho por estas últimas comunidades, aunque lamentan que en los otros casos «no se haya aprovechado esta regulación para dotar al aérea de Religión católica de un horario más amplio que permita contribuir con sus saberes básicos al perfil de salida». Además, también deploran «la desaparición de una alternativa [a la clase de Religión católica] que sostiene el principio de no discriminación e igualdad del alumnado».
En ese sentido, la comisión para la Educación del Episcopado manifiesta su «preocupación» por la etapa de Bachillerato en aquellas comunidades autónomas «en las que se penaliza al alumnado que elige la materia de Religión», al no proponer una alternativa para los optan por no cursarla. Así, los alumnos de Religión ven «incrementada su carga lectiva semanal», por lo que podrían encontrarse «en condiciones de discriminación».
Una situación en la que los obispos ven necesaria «la defensa jurídica del derecho de estos alumnos». «Una situación semejante podría darse también en aquellos centros que permitirían —por vía de los horarios u otra—que quienes no eligen la asignatura de Religión tenga de hecho una hora libre o una hora más de estudio», recuerdan los obispos. Esto supondría «una posible discriminación ilegal de los alumnos y alumnas que eligen el área/materia de Religión».
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