Montiel aprovechó un doble regalo arbitral para marcar de penalti el único tanto del encuentro. El conjunto granota terminó pidiendo la hora
Valencia, 14. 10. 22
A. CASAÑ
El Levante UD se trajo los tres puntos de Anduva en un partido en el que fue de más a menos. Con una notable superioridad en la primera mitad, los hombres dirigidos por Felipe Miñambres desde el banquillo, controlaron el choque ante un CD Mirandés cohíbido y agazapado en su terreno de juego. Ninguno de los dos equipos generaron verdadero peligro en las áreas en el primer acto y el encuentro se fue apagando con mucho centrocampismo y poca emoción.
Y en la segunda parte, los cambios dieron aire al equipo de Joseba Etxeberría, que chocó una y otra vez con la defensa del Levantey un gran Cárdenas, que paró todo en los minutos finales. Decidió el duelo el tanto de penalti marcado por Montiel no exento de polémica, con repetición incluída de una inexistente pena máxima.
Pronto tuvo trabajo Dani Cárdenas, pues en el primer minuto de juego Nico Serrano estuvo a punto de sorprender al guardameta levantino. Raúl García tuvo otra ocasión clara para los locales, aunque Brugui, que se reencontró con la afición que le apoyó la temporada anterior, obligó al guardameta catalán a estirarse y meter presión a los de Anduva.
El partido se convirtió en un ida y vuelta, pero poco a poco las ocasiones fueron más a favor del equipo de Orriols. Pasada la media hora llegó la jugada polémica. El colegiado pitó un penalti por mano de Paulo a favor del Levante que Pablo Martínez falló, pero, tras la revisión, entendió que un jugador jabato entró antes de tiempo en el área y en el segundo lanzamiento Montiel adelantó a los visitantes.
En el tiempo añadido del primer acto, que fue de cinco minutos, Cárdenas estuvo a punto de cometer un error garrafal que hubiera dado vida al Mirandés. Tras el descanso, Ramón Juan realizó un par de beunas intervenciones y tras una transición del Levante, paró un balón que Weasly estuvo a punto de meter en la portería.
Etxeberría refrescó la medular, muy cansada, lo que fue un soplo de aire para el conjunto jabato, que empezó a tener más protagonismo. De hecho, Vezo fue clave para evitar el empate mirandesista y poco después Son sacó bajo palos otra ocasión clara para empatar.
Él Mirandés apretó en los minutos finales, pero sin generar peligro real ante un Levante que no supo contrarrestar las acometidas de los locales, retrasado en mitad de campo hacia su área y que terminaría pidiendo la hora ante la presión burgalesa.
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