ANTONIO SILVESTRE
07. 09. 22
Mirad una cosa. El fútbol ha cambiado mucho en gran cantidad de equipos y en ello ha ayudado la precaria economía de los clubs y el fair-play que impuso LaLiga (menos en el Barcelona). De ahí viene el que muchos futbolistas que vemos en algunos equipos, en otros tiempos no hubiesen ni estado en la plantilla.
Sin ir más lejos, en nuestro Valencia CF tenemos el caso de Hugo Guillamón que, estando en la plantilla del Valencia-Mestalla en Segunda B, tuvo muchísimos problemas de jugar contra equipos de cierta enjundria como Alcoyano, Cornellá, Badalona o Saguntino.
Surgieron mil dudas con el canterano hasta el punto de no quererlo renovar. Pero surgió el milagro con las lesiones de Garay, Gabriel Paulista, etc., que le brindaron a Hugo una oportunidad que en otras épocas no se la hubiesen dado. De hecho Guillamon ni es un central contundente ni expeditivo y luego no acaba de ser un 6 que guste a la gente de fútbol.
Porque si os fijáis, el pivote defensivo es casi el alma del equipo, no solo por ser el primer parapeto de la defensa, sino por acudir siempre en ayuda del que tiene la posesión: Tchuameni o Camavinga, Busquets, Koke o Kondogbia, Arambarri, Zubimendi, Dani García o Vesga, Guido Rodríguez, Marc Roca, Declan Rice, Rodri, Kessie en el Barca, el mismo Nico Fernández… En mi opinión, a Hugo Guillamón le falta muchísimo para acercarse al nivel de cualquiera de los citados y eso lo nota tanto la defensa como los hombres de creación, que dificílmente encuentran el suficiente apoyo en el de l’Eliana.
El mediocentro defensivo debe ser un hombre que piense rápido, que sepa en todo momento donde está el compañero mejor situado, que se desmarque siempre para ofrecerse, que se capaz de lanzar en largo si hace falta, que corte la salida de balón contraria sin tener que «asesinar» al rival, e incluso, que tenga capacidad de llegar a la frontal y disparar. Y son cualidades que creo que no adornan a Guillamón.
Pero Hugo estuvo en el sitio que tocaba en el momento adecuado. Pensar a veces lo barato que es hoy en día jugar en el Valencia. Por ejemplo, en el caso contrario está Toni Lato, lo que le ha costado que se le reconociese que tiene nivel y sitio en el equipo.
Aunque, eso sí, el de la Pobla si que tiene la dura, casi eterna, competencia de José Luis Gaya y ahora, del canterano Jesús Vázquez (hijo de Braulio Vázquez exsecretario técnico del Club y hoy en día ejerciendo de director deportivo de Osasuna), del que Gattuso está encantado.
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