Marc Soler entró segundo y Enric Más a rueda del líder Evenepoel y ya es segundo en la general. Roglic mejora: tercero. Rodríguez y Ayuso siguen en la pelea
Domingo, 28. 08. 22
A. CASAÑ
Para los aficionados al buen ciclismo, Asturias es un auténtico, por sus espectaculares paisajes y unas subidas ‘made in Vuelta’, el mejor escenario para el desenlace de la primera de las dos etapas cruciales en suelo asturiano: Colláu Fancuaya, con rampas de hasta el 19%, en la que los ciclistas se retuercen encima de la bicicleta, en la que se va rápido qué ciclistas están en plena forma y las carencias de los que no están tan entonados.
Esta octava etapa acogía cinco puertos previos, un terreno rompepiernas, pero ninguno de primera categoría. El coloso de la jornada quedaba para la pelea final. Igual que ocurrirá este domingo camino del explosivo Les Praeres. Todo se iba a jugar en el Collado Fancuaya, donde se impuso el australiano Jau Vine, que ya ganó en Pico-Jano-San Miguel de Aguayo hace tres día.
El líder de la general, Remco Evenepoel tenía hoy un verdadero examen y el belga ha demostrado que de momento está preparado para ser competitivo a lo lo largo de tres semanas, lo que es todo un reto para él. Marc Soler acabó segundo, sabiendo regular en la subida y yendo de menos a más logró entrar 2º a 43 segundos del corredor del Alpecin, Vine.
Enric Mas sigue dejando grandes sensaciones. Se ha pegado a rueda del belga en todo momento y hasta lo ha probado en las últimas rampas, por delante de un Primoz Roglic que ha estado con ellos, sólido, pero falto de la chispa que le permitió ser aquel corredor indestructible. Y tras ellos el joven Carlos Rodríguez (21 años). El campeón de España de Almuñécar ha tenido una actuación fantástica. Ha sido el mejor de su equipo, Ineos, y ha aguantado con los mejores, tanto que ha dado un salto de cuatro lugares en la clasificación y ya es cuarto, pisándole los talones a Roglic.
Les Praeres
La primera semana de La Vuelta en suelo español termina este domingo con una exigente jornada de 171,4 kilómetros entre Villaviciosa y la subida final a Les Praeres, cerrando de esta forma el doblete montañoso asturiano después del final ayer en el Collado Fancuaya.
Tras unos primeros kilómetros con varios repechos, la carrera se endurecerá de entrada con la subida al Alto del Torno (2ª) y, tras varios kilómetros favorables, con la ascensión al Mirador del Fito, de primera categoría con sus 9 kilómetros al 6% y rampas de hasta el 10%. La rápida y peligrosa bajada del Fito llevará a los ciclistas a la subida al Alto de la Llama (3ª) antes de volver a Villaviciosa para subir a La Campa (3ª), que repartirá segundos de bonificación.
Desde aquí rodarán por 20 kilómetros relativamente tranquilos antes de comenzar la exigente subida final a Les Praeres, también de primer nivel, con sus 3,9 kilómetros al 12,9% con picos del 24% de gran recuerdo para Simon Yates, ganador en esta cima en 2018, año en el que también se llevó la general de La Vuelta. El australiano está presente también esta edición en la carrera. Se trata de una ascensión corta y explosiva, a diferencia de la longitud del Collado Fancuaya de ayer.
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