En el de la Vall d’Ebo la lluvia favorece la labor de los efectivos de extinción y permite la vuelta a casa de los evacuados
Valencia, jueves 18. 08. 22
A. CASAÑ
El fuego de Bejís continúa deborando hectáreas y amenaza ya los parques naturales de Espadán y la Serra Calderona. El incendio, iniciado el lunes en esta localidad castellonense, alcanzó ayer la provincia de Valencia, llegó a Alcublas en un explosivo avance ya que en apenas 24 horas arrasó más de 12.000 hectáreas y según los datos del servicio de gestión de emergencias de la Unión Europea en base a imágenes satelitales, la superficie calcinada llegaba ya a las 13.451 hectáreas.
Hasta ahora han sido evacuadas alrededor de 1.500 personas de los municipios de Toràs, Bejís, Teresa y Sacañet. Las tres primeras poblaciones fueron desalojadas ya el martes, mientras la de Sacañet tuvo lugar ayer. Asimismo, seguía confinada la localidad de Viver por el incendio, en el que trabajaron 25 medios aéreos de la Generalitat y del Ministerio de Transición Ecológica. El presidente Ximo Puig descartó ayer que los vecinos puedan volver a sus casas de forma inminente, aunque destacó que este jueves será un día clave, pues será la jornada con las temperaturas más bajas de esta ola de calor y se contará, además, con refuerzos de medios aéreos.
El esfuerzo de los equipos de extinción se centró durante todo el día en impedir que las llamas alcancen la autovía Mudéjar, la A-23 que une Valencia con Zaragoza, punto considerado clave para evitar que las llamas alcancen las sierras de Espadán y Calderona. A última hora de la tarde la lluvia abrió una ventana de esperanza, pero muy breve. Las tormentas previstas llegaron, pero sin dejar apenas agua en la zona y sí aparato eléctrico, que provocó además dos incendios más en Albocàsser y en Vilar de Canes, dos municipios del Alto Maestrazgo. Para el primero se movilizaron tres medios aéreos, dos unidades de bomberos forestales y dos autobombas y su evolución era incierta anoche.
Mejoría en la Vall d’Ebo
En el siniestro de Vall d’Ebo las lluvias sí fueron importantes y ayudaron a «consolidar el perimetraje» del incendio y que abren la puerta a que hoy se trabaje «hacia la estabilización», dijo Puig. La consellera Gabriela Bravo informó de que se pudieron controlar los focos de Fontilles y la Vall d’Alcalà, que «preocupaban mucho». La evolución favorable permitió decretar el realojo de los 1.500 vecinos, un retorno que la Guardia Civil pidió que se realice de forma escalonada. Según el servicio de emergencias europeo, se han calcinado 13.116 hectáreas en este incendio.
Asimismo, por la tarde se decretó un nuevo incendio a causa de un rayo en la Cova Alta de Albaida. El ayuntamiento movilizó bomberos y Emergencias, dos unidades de bomberos forestales, dos autobombas y un agente medioambiental.
Agregar comentario