Tras no alcanzar clasificación europea por tercera temporada consecutiva, el dueño del Valencia tiene la posibilidad de armar un serio proyecto deportivo de la mano de Bordalás y Carlos Soler
Valencia, lunes 25. 04. 22
ANTONIO SILVESTRE
Como ocurre siempre, una derrota en la final de Copa y no clasificarse para Europa la temporada que viene debe generar la oportunidad de fabricar un proyecto serio y no de asumirlo como un fracaso. Peter Lim vuelve a tener en su mano las herramientas necesarias para construir un equipo de garantías para luchar en la liga española por las cuatro primeras posiciones y meterse de una vez por todas en Europa.
De momento dispone de un gran entrenador, cuyo reconocimiento se ha generalizado en el mundo del fútbol. Nadie duda ya de la capacidad de José Bordalás para liderar un proyecto capaz de alcanzar las mínimas cotas deportivas de éxito que exige la afición y la historia del club. Además, las circunstancias económicas actuales le favorecen, en parte, por el acuerdo de Tebas y LaLiga y porque tiene al menos un traspaso asegurado para cubrir los 35 millones que faltan de presupuesto a final de temporada.
Además y según lo que demanda el técnico, podría obtener la financiación necesaria para edificar el equipo con un segundo traspaso en forma de «megaoperación» con Gonçalo Guedes. Sí, Jose Luis Gayá y Guedes, aunque a algunos les parezca una barbaridad, servirían para, de la mano de Bordalás y con Carlos Soler como eje principal, planificar una plantilla de garantías. El trabajo importante está hecho. Existe comunión total jugadores, técnico y afición. Al equipo le han faltado mimbres de calidad en tres posiciones determinadas y determinantes. Solo faltan tres incorporaciones de rendimiento contrastado: un central más, dos mediocentros de nivel y un hombre gol que acompañe a Hugo Duro. Nombres y no demasiados caros hay de sobra en el mercado. Hace falta capacidad y trabajar bien la cuestión desde la dirección deportiva.
Y por supuesto, confianza en el entrenador. Un entrenador que, con tres lesiones de hombres clave, Soler -primero Covid y luego muscular-, Gabriel Paulista y Thierry Correia en su mejor momento, ha tenido que afrontar una temporada con un mediocentro que no rinde en esa posición, que ha sido jugar con un agujero en el centro del campo toda la temporada, jugadores juveniles sin formar para Primera, fichajes sin adaptación y arbitrajes en contra. Y con todo, finalista en Copa del Rey y con posibilidades hasta última hora de clasificación europea. Mucho, mucho mérito tiene Bordalás.
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