‘Andabas 15 metros y te tenías que echar al suelo, no se podía respirar’

"Es verdad que la Guardia Civil siempre estamos, pero si no se nos nota es precisamente porque lo hacemos"/GUARDIA CIVIL"Es verdad que la Guardia Civil siempre estamos, pero si no se nos nota es precisamente porque lo hacemos"/GUARDIA CIVIL

Tres guardias civiles que participaron en el rescate de ancianos durante el incendio de la residencia de Moncada (Valencia) relatan la situación que se vivió

Valencia, sábado 22.01.22

ANTONIO CASAÑ

«Salvamos vidas, y con eso nos tenemos que quedar porque lamentablemente no pudimos salvar a todas». Tres de los guardias civiles que participaron en el rescate de ancianos durante el incendio de la residencia de Moncada (Valencia) han destacado este viernes la coordinación y rapidez del dispositivo  para evitar que la tragedia fuera a más.

Así lo ha manifestado el sargento de la Guardia Civil de Moncada, Juan Olivares, tras ser recibido por la delegada de Gobierno, Gloria Calero, junto a compañeros como los agentes Jairo Aldonza y Coromoto Souto, como reconocimiento a su labor en el incendio del miércoles. Un total de seis personas fallecieron, mientras 17 resultaron heridas por quemaduras e intoxicación.

Los guardias civiles han explicado que les dieron el aviso enseguida, llegaron «lo más rápido» que pudieron, y se encontraron la cortina de humo en el ala derecha de la residencia, donde era «imposible acceder» y había unos 40 residentes. «Andabas 15 metros y te tenías que echar al suelo, no se podía respirar», ha recordado el sargento.

Entonces pudieron sacar a las primeras personas de esas habitaciones, tras lo que esperaron a la llegada de los bomberos con equipos especializados de oxígeno y procedieron a evacuar a los residentes de la segunda planta, también afectada por el humo. La mayor «desgracia», han lamentado, es que todas las personas de la primera planta eran impedidas.

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«Tuvimos que utilizar todo tipo de recursos e inventiva para evacuar lo más pronto posible al mayor número de personas, era nuestra única fijación», ha subrayado Souto, agente gallega destinada al puesto de Tavernes Blanques (Valencia). De hecho, llegaron a sacar a los residentes de la cama con las propias sábanas, en silla de ruedas, en brazos, entre dos agentes o «cargando como se podía con cualquier cosa».

Visiblemente emocionado, el sargento ha relatado que el rescate más complicado fue el de las habitaciones cercanas al foco del incendio: «En ese momento, la adrenalina se dosifica de tal manera que no estás pensando en tu vida ni en tu familia, piensas en esas personas». También ha destacado la colaboración y el «sentido común» de la Policía Local, los efectivos de bomberos y «un par de celadoras de la residencia que hicieron más de lo que les correspondía».

El agente Aldonza ha añadido que la cantidad de humo era «considerable» y les dificultó muchísimo el rescate, aunque «no se paralizó en ningún momento». «Nos motivó para sacar cuanto antes a esas personas», ha aseverado, para celebrar la rapidez y el resultado de la cadena humana que se formó y «ayudó muchísimo».

En cumplimiento de su deber

Además, este guardia civil ha puesto en valor la buena colaboración de los residentes que no se podían valer por sí mismos, ya que muchos de ellos «tampoco eran muy conscientes de lo que estaba sucediendo». «Lo volvería a hacer; por supuesto, una y mil veces», ha recalcado, para remarcar que en un siniestro así «no piensas» que te estás jugando la vida y que es el deber y la obligación de un agente.

Jairo Aldonza, tras 13 años en el instituto armado, ha reconocido que esta actuación siempre será «especial» para él: «Al final hubo muchas vidas que se salvaron; por desgracia hubo otras que no, pero se hizo una gran labor». Respecto a la rapidez en la actuación, la agente Souto ha hecho notar que a cualquier persona le pasaría, «no por ser guardia civil, porque ves una situación así y te lanzas». «Es como una madre que tiene que salvar a su hijo: para la Guardia Civil toda la sociedad son hijos», ha ilustrado.

Tras remarcar que no siempre son «tan afortunados» de salvar a tanta gente en un suceso así, Coromoto Souto ha agradecido el reconocimiento tanto de sus compañeros como de su familia  y sobre todo del resto de la sociedad. «Es verdad que la Guardia Civil siempre estamos, pero si no se nos nota es precisamente porque lo hacemos» ha declarado, porque aunque se diga que es «heroico» para ellos es su «forma de ser».

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