ROSA MURIEL / ASÍ ES LA VIDA
26.10.21
Hoy fui a hacer una visita y allí, frente a ellos, en ese lugar tan frío, silencioso y austero, me puse a pensar en la importancia que no le damos a la vida cuando ésta sin querer, nos quita personas, cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos.
La felicidad llega en cualquier momento pero todo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso. Pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta de que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban. Que el amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor y más cruel.
Pensando todo esto, allí frente a ellos, me he dado cuenta de que crecí un poquito más, aprendí a sonreír y a ver la realidad tal cual es, pero sobre todo pude darme cuenta de que no sirve el orgullo cuando existe la amistad, el cariño y el amor, que no sirve llorar, que no vale la pena aprender a callar y que no existen fronteras cuando nos sentimos vivos.
Y allí frente a ellos, en ese lugar frío, silencioso y austero, se viene a mi mente esa frase que tantas veces me repito y es que «esta vida es un suspiro «.
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