ROSA MURIEL / ASÍ ES LA VIDA
29.09.21
Algunos hábitos no deberían de perderse nunca, como soñar, soñar como si fuera a cumplirse cada uno de nuestros deseos o sueños.
Abrazar fuerte a las personas que queremos para trasmitirles el deseo, el cariño y el calor.
No perdamos el hábito de besar a quien amamos, donde queramos y sin prejuicios, porque no sabemos cuando será la última vez que lo hagamos.
De dar la mano a quien nos necesite y sentirnos orgullosos de la persona que somos.
No deberíamos de perder el hábito de dar los buenos días… y las buenas noches, de dar las gracias, de pedir por favor, pedir perdón, de extrañar y sonreír para manifestar agradecimiento.
No hay nada más gratificante que saludar con una gran sonrisa.
No perdamos el hábito de reírnos de un chiste malo, de lo torpes que somos e incluso de nosotros mismos y nuestros defectos.
Ojalá nunca perdamos el hábito de decir “te quiero” porque es lo más hermoso que alguien te puede decir, cuando te lo dice desde el corazón.
No perdamos el hábito de ser agradecidos con las personas mayores y con los niños, ellos son nuestro motor, nos hacen ver y entender la vida.
Ojalá nunca perdamos el hábito de cantar, de bailar y ser felices, sin importar lo que digan de nosotros.
Ojalá nunca perdamos el hábito de ser nosotros mismos.
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