Messi pudo por fin celebrar un gran título con la selección absoluta de Argentina en la gran final ganada a Brasil en Maracaná
Domingo, 11.07.21
A. Casañ.- Ha sido una final emocionante siempre, tácticamente pensada para recortarle espacios al adversario, trabada, con oportunidades dosificadas. También con selecciones decididas a hacer sentir el rigor físico, con roces lógicos por la importancia del envite. Un planchazo madrugador de Fred contra Montiel, un golpe de Otamendi que provocó un orificio en una media a Paquetá, el pantalón roto de Neymar, una barrida de Paredes contra el 10 brasileño que disparó la amarilla del 5 argentino.
De fantasías y acciones que cautiven y se arrimen al gol, casi nada interesante sucedía. Apenas un balón que Richarlison bajó para la entrada frontal de Neymar, frustrada por un buen cierre de Romero, ese defensor clave que extrañaba Argentina y que a pesar de su lesión le pidió estar a Scaloni.
Tanto músculo y nervio había que Messi lucía por apretar a Casemiro cerca del área argentina o por pelear para recuperar. De Leo en modo ofensivo sólo una cabalgada y un disparo forzado y desviado.
Sin embargo, de repente, en el minuto 21, De Paul salió jugando con libertad, sin presión brasileña. Nadie imaginaba que algo interesante podría pasar, pero el próximo futbolista del Atlético de Madrid vio que Di María le marcaba el pase largo y se la tiró justa, a la espalda de Renán Lodi. Aceleró el Fideo, quedó mano a mano con Ederson y la picó por arriba. Una definición sensual, con clase de crack.
Explosión albiceleste en medio de un clásico turbulento, tormentoso. Hasta ahí Argentina no había hecho ni un solo disparo a puerta y tampoco había pisado el área brasileña. Marcaba la diferencia Di María, uno de los cinco cambios introducidos por Scaloni con respecto a la semifinal.

Tite sacudió el equipo ya en el segundo tiempo: Firmino por Fred y Brasil mejoró y mucho. Richarlison acertó en una definición, pero le anularon el gol correctamente porque estaba en posición adelantada. El mismo Richarlison hizo volar a Dibu Martínez.
Respondió bien Scaloni con los cambios. Antes de ese par de situaciones, puso a Guido Rodríguez, el “5” del Betis, por el amonestado Paredes. Después, sacó a Lo Celso, que recibió de inmediato amarilla por falta a Neymar, e incluyó a Tagliafico, quien se ubicó de lateral, pasando Acuña unos metros más adelante. El 4-4-2 argentino adquiría rasgos más aptos para la contención.
Brasil parecía depender de Neymar, quien sin alcanzar su versión ideal igual seguía generando infracciones y amonestaciones: De Paul se sumó en las amonestaciones a Paredes y Lo Celso, y a diez minutos del final a ellos se les agregó Otamendi con un golpe sin piedad.
Argentina latía con el partido de la pelea y la resistencia, sin encontrar alguna respuesta de contraataque para exprimir con Messi. Aunque Tite volvía a mover el banco y apostaba a Vinicius, Emerson y Gabigol, Brasil no encontraba claridad y era atrapado por la impotencia en ese contexto de tensión máxima.
El final fue de locos. Dibu Martínez le sacó el empate a Gabigol. Tuvo Messi para liquidarlo tras una contra que él inició y un pase de De Paul, pero se resbaló frente a Ederson. Y volvió el arquero brasileño a responder contra De Paul. Ya no había espacio para más. Argentina, campeón de América. Messi, campeón de América. El fútbol pagaba todas sus deudas con el genio.
Datos del partido.-
Argentina: Martínez; Montiel, Romero (Pezzella, 78’), Otamendi, Acuña; De Paul, Paredes (Guido Rodríguez, 53’), Lo Celso (Tagliafico, 63’); Di María (Exequiel Palacios, 78’), Messi y Lautaro (Nico González, 78’)
Entrenador: Lionel Scaloni
Brasil: Ederson; Danilo, Marquinhos, Thiago Silva, Lodi (Emerson, 75’); Casemiro, Lucas Paquetá (Gabigol, 75’), Fred (Firmino, 46’); Everton (Vinicius, 63’), Richarlison y Neymar
Entrenador: Tite
Gol: 1-0, Di María (22’).
Espectadores: 7.200 en Maracaná
Árbitro: Ostojich (Uruguay). TA a Fred (2’), Paredes (32’), Lo Celso (50’), De Paul (67’), Lodi (69’), Paquetá (72’), Otamendi (80’) y Montiel (89’)
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