Manuel Huerta
07.07.21
Las posibilidades de la selección de Luis Enrique para crecer son tantas como los innumerables recursos tácticos del técnico asturiano para hacernos disfrutar con La Roja y establecer un sentimiento de pertenencia calcado al equipo Campeón del Mundo. En ese camino anda este grupo de gente muy preparada, gente normal, joven, educada, que ha aprendido a sufrir y que ha crecido al amparo del mejor seleccionador que podía tener España.
Un grupo que ha superado las críticas de aquellos que no aceptan el hecho de que no haya ningún jugador del Madrid. De esos infames de la prensa que un día exigían a Morata en el once cuando el puesto lo competía con Paco Alcácer o Iago Aspas y ahora lo quieren machacar para encontrar un motivo con el que atacar al técnico. Pero esta generación, con una personalidad impresionante, va camino de callarlos a todos ésos.
Personalidad como la de Pedri, un pedazo de futbolista, llamado a convertirse en un líder. Como la de Ferrán, que crece en cada partido. Como la de Dani Olmo, para mí el mejor jugador de esta Eurocopa. sin duda. Leo a Cristina Cubero explicar que el jugador del Leipzig, que habla croata, cede un 1% de su salario para proyectos humanitarios, ayudando a la ONG croata Cross Cultures para devolver la sonrisa a los hijos de la guerra de los Balcanes. Es un ejemplo de como son estos tíos.
Un grupo que derrocha juego y fuerza para someter al mejor de los rivales. Luis Enrique ha sabido engranar una maquinaria humilde, trabajadora y de un infinito talento dentro de una verdadera normalidad, sin protagonismos individuales. No son un grupo cualquiera, son ganadores, pero sin fustrarse por no serlo, con la decidida intención se seguir mejorando y enganchar a los aficionados.
El asturiano, no sé si ayudado de forma profesional, sabe gestionar las emociones como nadie, algo básico en el fútbol de hoy. Y estoy seguro de que los «altapuercos» de Madrid no podrán con su carácter ganador y su orgullo apasionado por España, que ha conseguido que nos sintamos representados por el equipo e ilusionados por alcanzar otra estrella encima del escudo de nuestra camiseta. Nos espera el Mundial de Qatar y veremos lo que pasa.
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