Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
01.07.21
Aún creo en los sueños y lo hago con los ojos abiertos porque los siento mejor; con los ojos cerrados se van y después casi ni los recuerdo, prefiero los ojos bien abiertos y así se quedan conmigo.
A veces necesito un abrazo de verdad pero no una palmadita en el hombro y ya está, no, un abrazote bien grande.
Que ante el amor pierdo las máscaras y la lógica, porque es lógico perderlo. No puedo decir te amo fácilmente, pero si lo hago es de la verdad más absoluta y certera.
Yo que no soporto a la gente que se victimiza porque son verdaderos gilipollas, y sufro si me compadecen.
No puedo ser mala tanto como me gustaría, porque no se hacerlo y aunque lo intentara seria imposible, no podría.
No me pongo en el mismo plan que quien me hace daño buscando venganzas, simplemente lo borro de mi vida y punto.
Soy extremadamente exigente conmigo misma y mal aguanto los fracasos.
A veces soy incapaz de pedir ayuda pero sé darla. Yo, que soy desconfiada pero capaz de impulsos de afecto, y otros impulsos.
Que siempre me pregunto «por qué» de ciertas actitudes, que a veces ni entiendo ni comparto y me joden.
Que no tengo miedo a expresar emociones y sentimientos porque es lo más sano que existe, lo más hermoso.
Tengo una coraza pegada en mi piel, vulnerable, frágil y a veces débil por dentro, pero sueño con una felicidad delirante.
Soy yo.
Agregar comentario