Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
30.06.21
Hoy decidí soltar la mano y dedicarle con todo mi cariño y mis pensamientos a esas personas que les encanta meterse en la vida de los demás.
A los criticones, chismosos, cotillas, alcahuetes, correveidile, cuentistas, a los que te regalan su mejor sonrisa, sus mejores palabras y cuando te das la vuelta te ponen a parir.
A los que tienen la habilidad y arte de soltar la lengua viperina y afilada sin piedad, con maldad, odio, rencor o tan solo por simple por envidia, o se regocijan del estado de otra persona y vete a saber que más llevan dentro.
Aquellos que no tienen ni puta idea de tú vida y se inventan lo qué no es para luego soltarlo sin compasión.
Aquellos que hacen barbaridades con sus propias vidas y tienen el valor de criticar la tuya.
Personas pobres, sin alma, sin sentimientos, sin valores, que además llego a pensar que están en este mundo para que haya de todo. ‘Haberlos haylos’, ya lo creo que los hay.
A todos, como se suele decir, en lugar de ver la paja en el ojo ajeno que miren la viga que tienen en el suyo. Y que agusto me quedé.
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