SUCESOS

Nueva parada técnica del buque oceanográfico ‘Ángeles Alvariño’

Tras dos meses de la desaparición de Anna, Olivia y Gimeno se siguen buscando los dos cuerpos que faltan por recuperar./GC
Tras dos meses de la desaparición de Anna, Olivia y Gimeno se siguen buscando los dos cuerpos que faltan por recuperar./GC

Tras dos meses de la desaparición de Anna, Olivia y Gimeno, se siguen buscando los dos cuerpos que faltan por recuperar

Lunes, 28.06.21

informaValencia.com.-  El buque oceanográfico ‘Ángeles Alvariño’ ha regresado a primera de este lunes a puerto por razones técnicas, además de por el fuerte viento que sopla en la zona de búsqueda de Tomás y Anna Gimeno, explicaron a Efe fuentes cercanas a la investigación.

Esta embarcación cedida por el Instituto Español de Oceanografía lleva más de un mes rastreando la costa sureste de Tenerife, muy por encima del plazo inicial estimado, y por el momento ha conseguido localizar el cuerpo de la mayor de las niñas, Olivia, así como una bolsa en la que supuestamente estaba el cuerpo de su hermana, Anna.

Antes y después de ese hito, el buque, que está dotado de un sonar de barrido lateral y un submarino no tripulado capaz de operar hasta los 2.000 metros de profundidad, encontró en el fondo del mar una botella de buceo y unas fundas nórdicas de Tomás Gimeno, así como dos pequeñas botellas de oxígeno, también propiedad del padre.

Este último hallazgo se produjo en una zona más alejada de la bocana del puerto de Santa Cruz, donde según considera la jueza instructora del caso, el padre arrojó, tras lastrarlos, los cuerpos de sus dos hijas. Las botellas de oxígeno fueron localizadas y recuperadas en una segunda zona donde se han centrado las labores de búsqueda, entre Añaza y Radazul.

En las últimas horas, el ‘Ángeles Alvariño’ había estado peinando el área donde rescató el cuerpo de Olivia, pero ha regresado al puerto de Santa Cruz, en cuyo Muelle Sur atracó sobre las 08.00 horas de este lunes.

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Tomás Gimeno, padre y presunto asesino de sus hijas, las niñas de 1 y 6 años, Anna y olivia./twitter
Tomás Gimeno, padre y presunto asesino de sus hijas, las niñas de 1 y 6 años, Anna y olivia./twitter

Un caso imposible de cerrar

Tras dos meses de la desaparición en Tenerife de Anna y Olivia y de su padre Tomás Gimeno. Dos meses de búsqueda en la que participa el buque Ángeles Alvariño con su robot ‘Liropus’ que inspecciona el fondo marino, ese lugar donde Tomás Gimeno nunca pensó que se buscaría a sus hijas y probablemente los restos también de él.

Allí se ha encontrado, como sabemos, el cuerpo de Olivia y allí siguen trabajando los seis hombres que están detrás de ese robot, el robot Liropus.

José Cubeiro, jefe y coordinador del equipo de expertos que manejan el robot ‘Liropus’ ha explicado este lunes en Cope cómo está en estos momentos la búsqueda: “continuamos en la zona que nos está marcando la Guardia Civil y seguimos buscando. Es compleja la situación, ya sabemos de la inmensidad del mar y la previsión es todavía continuar en la zona, no sabemos exactamente todavía el tiempo que vamos a continuar pero seguimos intentando localizar lo que nos falta”.

Tras localizar el cuerpo de Olivia, asegura Cubeiro que “nosotros nunca, nunca nos damos por vencidos. Nuestro objetivo es localizar y buscar objetos, personas” y señala que “aunque hemos peinado ya muchas zonas las posibilidades cada vez son menores porque tampoco sabemos exactamente, nadie sabe exactamente, dónde se pueden localizar los cuerpos que faltan”.

Y a continuación explicó por qué es difícil recuperar el cuerpo de la pequeña Anna “si reconstruimos los hechos, recuperamos dos bolsas que estaban en el fondo del mar y con el ancla del barco que hacía de lastre. Una de las bolsas la encontramos abierta y probablemente se salió de la bolsa. La localización de las bolsas con el ancla es relativamente fácil porque es un objeto detectable pero recuperar un cuerpo tan pequeñito sin ningún objeto que transmita señales es muy difícil, francamente difícil”.

Cubeiro ha querido agradecer la carta que le envió Betariz, la madre de las niñas, y lamenta que “solo hemos podido recuperar a la niña de seis años, nos hubiera gustado por lo menos recuperar a las dos, al menos que pudieran descansar y su madre supieran donde están”. Confiesa Cubeiro que “es una de las situaciones más desagradables que hemos podido tener pero la satisfacción de que hemos podido resolver la situación. Imagínese que no hubiera aparecido ninguna de las niñas, tiene que ser tremenda la incertidumbre, debe ser muy difícil de llevar, yo me pongo en su lugar y es impresionante”.

 

 

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