Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
21.06.21
Dicen que el corazón es un músculo, en el que guardamos tanto que a veces lo sientes que se aprieta, se encoje. A lo largo de mi vida he ido guardando tanto en él que he sentido la necesidad de descargarlo y hacerle un gran favor.
He ido acumulando alegrías, tristezas, dolor, añoranzas, desengaños, traiciones, esfuerzo, desasosiego, nervios, pero lo que nunca he guardado en él ha sido odio, rencor, maldad y nada para hacer daño ni perjudicar a nadie.
Decidí descargar mi músculo de tristezas, dolor, desasosiego, desengaños, traiciones, nervios y todo aquello que le haga daño porque a veces lo siento débil, y quedarme con las alegrias, añoranzas y ¿porqué no? el esfuerzo, el esfuerzo merece la pena porqué siempre se llegan a alcanzar los deseos y tiene su recompensa, de muchas cosas y para mi dos muy importantes, la felicidad y el amor.
No cabe en mi cabeza como pueden existir personas que ese músculo lo tienen podrido de tanta maldad y mierda que guardan en él; es más, hasta me atrevo a decir que disfrutan con ello jodiendo la vida de quién tienen a su lado y alrededor. Personas dañinas, malas y crueles. Personas vacías.
Pero yo sigo a lo mio. Que alivio dejar fluir a mi músculo, a mi corazón e impedir que se apriete y se encoja, dejándolo sólo con la felicidad, las añoranzas, el esfuerzo, la alegría y el amor.
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