El manacorí quiere una decimocuarta final a costa del nº 1, vencer a su mayor enemigo y citarse en la final con Zverev o Tsitsipas
Viernes, 11.06.21
A. Casañ.- Será el quincuagésimo octavo enfrentamiento entre ambos. De los cuartos de 2016 a la final de 2020, con el mismo dominador, Rafa Nadal. En aquella primera cita, el español se impuso 6-4, 6-4 y retirada por lesión lumbar de un entonces novato Novak Djokovic. Con ambos enzarzados en la lucha por ser el mejor de la historia, en octubre pasado, el rey de la tierra ejerció una lección magistral en esta superficie destrozando al serbio, 6-0, 6-2 y 7-5.
Como teloneros de lujo, desde las 14.50 horas (Eurosport), el alemán Alexander Zverev (24 años) y el griego Stefanos Tsitsipas (22), pugnando por debutar en una final de Roland Garros, con la convicción además de competir seriamente el domingo con el trece veces campeón o el nº 1, que saldrán a continuación a la pista Philippe Chatrier, aunque nunca antes de las 17.30 horas (Eurosport).
“No hablamos de una final anticipada. Es una semifinal y la tratamos como tal”, explicó el entrenador de Rafa, Carlos Moyà, en la línea establecida por su pupilo: “La puñetera realidad es que prefiero jugar contra él en la final. Primero porque ya estás en ella. En ‘semis’ te queda un partido. Si pierdes te vas a casa, si ganas es una putada porque todavía no tienes el trofeo. Es un rival dificilísimo pero si ganas te queda otro rival dificilísimo “, señala.

Para Nadal, derrotar a Novak Djokovic significaría evitar un segundo éxito del serbio en París, tras el de 2016, y que no aumente su cuenta de 18 coronas de Grand Slam. Rafa persigue su vegésimo primer título y romper el récord que comparte con Roger Federer. Y Roland Garros supone una ocasión de oro teniendo en cuenta que ha ganado 105 partidos de 107. ‘Nole’ le ganó en cuartos de 2015, pero en plena lesión “mental”, como el español calificó un extraño período de crisis, que enmendó definitivamente en 2016.
«Es el mayor desafío»
“Si no creyera que puedo ganarle, no estaría aquí”, dijo Djokovic, que no puede desde Roma 2016 con Nadal en tierra. Desde entonces, cinco triunfos del balear, que se ha impuesto en 7 de los 8 que han protagonizado en París.
“Será un partido importante para los dos, pero la gran diferencia es que es una semifinal no una final. Le quedará mucho trabajo que hacer al que gane. Yo intento salir a todos los partidos de una manera similar, pero la preparación mental es completamente diferente una vez que ha acabado la semifinal”, insiste Nadal. No habrá euforia desmedida si mantiene su condición de invicto en su decimocuarta semifinal parisina.
Será la undécima de Novak Djokovic, que reparte victorias y derrotas a partes iguales: 5-5. “La calidad y el nivel de tenis de las últimas tres o cuatro semanas en tierra batida, en Roma, Belgrado y aquí, me dan buenas sensaciones para este partido. Será una gran batalla”.
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