EUROPOL: “nacida con el objetivo de mejorar la eficacia, la cooperación de las autoridades judiciales y policiales de los Estados miembros en su lucha contra la delincuencia organizada a nivel mundial y europeo”
Enrique Argente Vidal
Para Mariví y nuestra nueva estrella del cielo y arena del mar: Marta
-EVASIÓN: Del latín “evasio”, es la acción y efecto de evadir o evadirse. Eludir una dificultad, evitar un peligro, “sacar ilegalmente dinero o bienes de un país” fugarse, escaparse (RAE)
-DELITO FISCAL: Evadir, ocultar o no declarar beneficios superiores a 120.000 € (en España).
-DELINCUENTE: Es la persona que ha cometido un delito (según la Enciclopedia Jurídica).
Notas del Autor.- La Unión Europea con una periodicidad quinquenal os anuncia, para el primer trimestre del año siguiente, la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo. En el último de estos anuncios, mis afinidades políticas estaban totalmente identificadas con una opción, claramente europeísta.
Puesto a ahondar en el magma político-administrativo que la Unión Europea es, pronto descubrí el gran desconocimiento que la mayoría de los ciudadanos europeos tenemos de nuestros órganos comunes y supranacionales de gobierno, lo que me hizo profundizar en el estudio de los mismos, para así de forma sencilla y con la ayuda de imágenes e ilustraciones (Power Point) facilitar a mis compañeros de aventura política el conocimiento y explicación de los mismos, a nuestros posibles votantes.
No sé si conseguí mi propósito, lo que, si les puedo asegurar, es que me encontré cautivo y a la vez cautivado por una red de organismos, consejos, agencias, comisiones, tribunales, así como de un interminable etcétera, que me resisto a reproducir en todos sus elementos.
Entre todos estos organismos, quizás debido a que llevaba tiempo tras un “leitmotiv” como argumento para una novela de las conocidas como negra, de intriga, policiaca…etc. Me llamó la atención la Agencia Europea de Policía (EUROPOL). Según la propia oficina, se define como “nacida con el objetivo de mejorar la eficacia, la cooperación de las autoridades judiciales y policiales de los Estados miembros en su lucha contra la delincuencia organizada a nivel mundial y europeo”.
No es una policía al uso, lo cual me planteó no pocas dificultades, pero cuyas particularidades, las dejo para que las vayan conociendo a lo largo de la narración. Los diferentes sistemas de comunicación que utilizan los protagonistas han supuesto la utilización de diferentes formas de expresión gráfica. Así las conversaciones telefónicas se identifican por estar escritas en letra cursiva. Los más modernos WhatsApp, vienen dentro de un “bocadillo” respetando siempre la corrección gramatical. Finalmente, para los correos electrónicos he creado varias cuentas de correo para transcribirlos tal como se transmiten en la red.
El autor agradece el diseño de la portada mediante fotomontaje producto de la cesión de imágenes originales de Jake Melara, Charles Foreurnner y Europol a Josep Argente Vidal.
Principales personajes:
CAPÍTULO 1.
Recién llegado a Valencia
Fue abrir la puerta de casa y abandonarme las pocas fuerzas que todavía restaban en mi cansado cuerpo, doy gracias por conservar las suficientes para llegar hasta el sofá. ¡Bendito sofá! exclamé. Con lentitud comencé por deshacer los nudos de los zapatos para a continuación, librarme de la chaqueta, la cual lancé con acierto sobre la silla más próxima para ya finalmente —¡fuera la corbata! — y una generosa sensación de alivio recorrió mi cuello.
Poco a poco fui reaccionando al orden, al silencio, al agradable aroma del ambientador de pino, marca blanca, y la penumbra en que estaba sumido el salón. Aquello solo podía obedecer a una circunstancia, hoy era jueves, día en que Irina, nuestra chica de la limpieza por horas, realizaba con su acostumbrada perfección aquellos trabajos de limpiar, ordenar y otros, que mi hijo y compañero de piso Jorge, se encargaba de desordenar. Lo que ya repuesto de mi estado inicial, me hacía pensar que el hijo, ocupa vocacional, había mudado de nido sin alcanzar a saber si la ausencia sería por horas, días o periodo indefinido.
Lo bien cierto era que apetecía estar solo. En el mundo de la seguridad europea en que me había introducido voluntariamente, quede esto claro, el trabajo que se realiza no es tan pesado en lo físico, como extenuante en lo intelectual y analítico. Las reuniones de trabajo son constantes, podríamos decir que vivimos en permanente análisis y estudio. Para completar el círculo ¡la euro burocracia! y la interrelación con las veintiocho[1] policías nacionales, hacen que todo el conjunto resulte de una lentitud exasperante. Lo que no impide, ¡gracias a Dios!, que esa misma lenta maquinaria sea efectiva.
Para mí, no hay nada tan sedante como pensar con los ojos cerrados, lo que en ocasiones se parece, más a soñar que a pensar. ¿Problema? Con ese beatifico estado, ninguno, solo que cuando los abres el mundo está delante de ti, como ahora estaba ante mí la señal luminosa del teléfono fijo de casa indicándome la existencia de mensajes: ─Tiene tres mensajes nuevos, para escucharlos marque…
Vamos allá, marquemos uno —Hola padre, me he venido de finde a casa de Marieta. ¡Ah! se me olvidaba; dice la “teta” que le llames, tiene noticias. Nos vemos.
Finalizado este mensaje de nuevo volvía a escucharse al de la voz impostada —Tiene otro mensaje…. ¡Ya lo sé pesado! Ahora tengo que marcar dos —Paco soy Elena, llámame “porfa” … se bueno, llama.
¡Uf Elena! Que miedo me das… de acuerdo la llamaremos ya son dos, mi hija Alicia y Elena…—Tiene otro mensa…. ¡Otro! Joder no se puede uno ir dos días de casa…veamos:
—Paco, es la enésima vez que te llamo, con lo que odio estos chismes. Urgente llámame. Eduardo.
Y una leche te iba a llamar, para que me engañes otra vez. Recuerdo el día en que con gran sigilo me llamaste para contarme la próxima creación de una oficina europea de policía, que acabó siendo esta Europol de mis tribulaciones, que me mantiene en un constante ir de aquí para allá, mientras tú estás tranquilito en tu despacho de Moratalaz, solo pendiente de complacer al director Wainwright. ¡Maldito embaucador, este hecho! Si…sí que calladito tenías tu amistad con el ministro Belloch, paisano y amigo del Instituto, que te estaba utilizando de gancho a cambio del puestecito. Así qué recién llegado como estaba de La Haya de una reunión, te debía de llamar con urgencia. ¡Ya llamaras tu si quieres!, yo voy a descansar, que superados los cincuenta y pocos, se va haciendo necesario.
Me había preparado un sándwich de vegetales debido a las pocas ganas de cocinar para la cena que tenía y el deseo de preservar la inmaculada limpieza hecha por Irina en la cocina. Así que, acompañado por un tercio de Mahou y un hierático locutor de telediarios, me zampé el susodicho sándwich antes de responder las llamadas pendientes.
La primera llamada fue para mi hija -Hola Alicia, ¿Cómo estás? Me dijo tu hermano que te llam… la interrupción fue inmediata.
─Sí…si papá ¡He aprobado! Síííí… al fin soy juez.
La noticia, me había dejado sin habla, un nudo subía a mi garganta y las primeras lagrimas acudían a los ojos -Enhorabuena Alicia, como me alegro…me alegro infinitamente. Te lo merecías, hace tiempo que te lo mereces. Oía sollozos en el otro extremo del hilo telefónico, a los dos nos embargaba la emoción, Alicia se sobrepuso antes.
—Papá, estos días pienso mucho en mamá, que lástima que no pueda participar de nuestra alegría.
De nuevo el nudo en la garganta acudía a ella, y esta vez más fuerte si cabía, no…no podía responder, al fin recobre el control.
—Hija, su alegría se manifiesta en nosotros por qué siempre nos acompaña… Pero dime, ¿ahora qué?
—Pues ahora padre, la Escuela Judicial me espera, creo que por nota podré incorporarme rápidamente y tras el curso… ¡destino! El fin de mi viaje a Ítaca.
—Perdona hija, pero me están llamando, oigo unos pititos que me interrumpen la conversación. Oye tenemos que celebrarlo y ese día nada de lloros eh. Otra cosa, ¿ya lo puedo decir?
—A todo el mundo papá a todos. Un beso muy fuerte.
—Otro para ti.
La noticia del aprobado de mi hija, había producido un subidón en mis decaídos ánimos, y tras la charla con Alicia, era un hombre nuevo capaz de afrontar cualquier compromiso hasta el de llamar a Elena, así que afronte con jovialidad la llamada. Tras los tonos, oí a través del auricular la voz de Enrique.
—Dime…
—Enrique soy Paco, pace ser que Elena quiere hablar conmigo.
—¡Ah sí!… pues te la paso enseguida, ya la tengo aquí. —Toma Elena habla con Paco…—Paco a que no sabes qué día es mañana.
—Supongo que no me habrás llamado para decirme que es san Evaristo, casualmente lo he visto hoy en el santoral de la agenda.
—¡¡Que pavo y soso eres!! … ¡Pues no!, es nuestro aniversario de boda.
—Tuyo y mío ¡¡no!!… Te recuerdo que todavía estas casadas con Enrique mi mejor amigo, por cierto… jajaja.
—Imposible hablar contigo. Te noto de buen humor, el aniversario es nuestro de Enrique y mío. Siempre veníais…Ana y tú, así que he pensado invitarte a cenar junto con unos amigos…
—No sigas, sabes que te lo agradezco de corazón, pero en esas reuniones de parejas y amigos, no me siento cómodo…siempre soy el “impar” y acabo siendo un estorbo.
—Por favor Paquito, ya hace más de cinco años de lo de tú mujer, no puedes seguir aislándote de todos tus amigos, además me dejes en mal lugar, esta vez tengo una pareja para ti, con el mismo planteamiento de sosería que él tuyo y esta vez le he prometido que no será “impar” como dices tú. Te lo pido por favor… ¡dime algo hombre!
—Vale te lo digo: ¡¡Celestina, bruja más que bruja!!
—¡Gracias Paco!, hasta mañana a las nueve en mi casa. Clock…pit.pit.pit ummmmmm —Ya tenía lo que quería y me había colgado.
[1] En el momento actual 27, debido al Brexit, que ha hecho que Scotland Yard abandone Europol.
Próximo martes, CAPÍTULO 2: Simultáneamente en Milán
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