Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
13.01.21
Muchas veces, en momentos en los que las palabras no pueden cubrir el espacio, lo puede hacer la sonrisa. Una sonrisa es capaz de comunicar que estoy con el otro y para el otro en su momento de dolor y, al ser contagiosa, hace que el otro por un momento olvide el dolor que tiene e inconscientemente sonría.
Regalar sonrisas es algo efectivo que podemos hacer para desconectar de la rutina, nos saca la negatividad de los problemas y nos cambia el punto de vista para enfrentarnos al día a día. Es como si cambiaras los polos de negativo a positivo, y no requiere de ningún esfuerzo.
Si te animas a regalar sonrisas en tu vida cotidiana, adelante. Verás que los resultados son realmente mágicos. Sonríe al panadero, al cajero del supermercado, a un desconocido y hasta a tu compañero de asiento. Te darás cuenta en breve de que la sonrisa es un motor de buenas emociones y que contagia el buen clima a tu alrededor.
Las mejores cosas de esta vida son gratis y no se pueden ver porque las ofrecemos y las sentimos con los ojos cerrados: besar, abrazar, soñar…
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