Rafa Nadal apabulla a Djokovic y conquista su decimotercer Roland Garros

Contundente, con la humildad de un ganador indiscutible, el español dominó el partido y alcanzó su vigésimo título de Grand Slam (6-0, 6-2, 7-5)

Domingo, 11.10.20

A. Casañ.- Marca España. Se acaban los calificativos para definir a Rafa Nadal. Difícil describir su capacidad de superación en cualquier circunstancia, la habilidad para rozar la perfección en el momento de mayor trascendencia. Hay que verlo para creerlo, porque lleva quince años asombrando a diario, y no deja de reinventarse.

A sus 34 años firmó otro gran partido, contundente en el juego y en la resolución. Con la misma fuerza de siempre, el rey de la tierra dejó una lección para los más jóvenes de cómo moverse en este tipo de superficie, como desplegar la táctica y los golpes necesarios en cada punto. Porque disputa cada uno de ellos, no da respiro. Una intensidad que debilita la moral y noquea al rival.

Nuestro mejor deportista de todos los tiempos volvió a ser un coloso. Barrió al número uno mundial (6-0, 6-2 y 7-5 en 2h.41’), su mayor enemigo, el serbio Novak Djokovic, 33 años, para dejar constancia de que es amo y señor de Roland Garros, conquistando su decimotercer título y sumó su vigésima corona de Grand Slam, igualando el récord de Roger Federer. Selló con un ‘ace’ su gran victoria y confirmó su leyenda en París.

?????????????@RafaelNadal conquers Novak Djokovic 6-0 6-2 7-5 to remain perfect in Paris finals and earn title 1️⃣3️⃣ at #RolandGarros pic.twitter.com/lzOz5dmoqQ

— Roland-Garros (@rolandgarros) October 11, 2020

Llovió minutos antes de la tres de la tarde, hora fijada para el duelo, y la organización decidió que se vería la primera final ‘indoor’ de la historia. Un Roland Garros desplazado de primavera a otoño por el coronavirus, con sólo 1.000 espectadores de aforo, unas bolas lentas y pesadas y mucho frío. Pero el mismo resultado. Rafa es Roland Garros y decir Roland Garros. es decir Rafael Nadal. Juntos son invencibles.

Fue una superioridad aplastante, con su victoria número 100 en 102 encuentros, a un adversario que mantiene el pulso en la carrera de Grand Slam con diecisiete coronas, el mejor de la edición de 2016, que había ganado 37 de sus 38 partidos anteriores de este año. Todos menos su cita ante Pablo Carreño que concluyó con descalificación en el US Open. Pero este domingo fue triturado por Rafa Nadal, que por cuarta vez gana Roland Garros sin ceder un set. Antes lo había hecho en 2008, 2010, 2017.

Con un 6-0 en el primer set, fueron 45 minutos de exhibición del balear, con sólo dos fallos (14 errores no forzados en el global) aun siendo agresivo, cazando cada punto clave, martirizando al serbio, frustrando enseguida su táctica de dejadas y globos. La derecha de Nadal voló, el revés cruzado crucificó y el saque aportó aplomo (una sola rotura, ya en el tercer set). Un despliegue lanzado desde una mente poderosa y apoyado en unas piernas de juvenil.

Rafa Nadal ganó su 86º título, 60º en tierra batida, segundo del curso tras Acapulco el último día de febrero. Un premio de 1.600.000 euros. Una réplica de la Copa de los Mosqueteros, cuyo original paseará durante unas horas tras recibirla del italiano Nicola Pietrangeli. Y es que el tenista español no tenía mejor forma para celebrar el Día de la Fiesta Nacional que haciéndonos muy felices a cientos de miles de españoles que vibramos con su éxitos. Esto es la Marca España, su más grande representante en el mundo del deporte.