Cronología de la censura a Javier Paniagua

Javier Paniagua - LEMV

Entrevista con el historiador y todos los detalles de la censura del PSPV a su libro sobre la evolución del partido en la Comunidad Valenciana

Domingo, 20 de septiembre de 2020

FRANCISCO MARES

Lo que sigue es el resumen y recomposición de una dilatada entrevista con Javier Paniagua sobre los problemas que ha tenido para publicar un libro en cooperación, cuya parte se titulaba provisionalmente Reconstrucción, auge y decadencia del socialismo valenciano (1979-1995). Conviene presentar a modo de prólogo a los dos principales actores implicados y situar la geografía e historia de un enredo que ha contagiado a una buena nómina de secundarios de pedigrí.

Javier Paniagua Fuentes adquirió la condición acreditativa de catedrático siendo historiador y político ceutí, hijo de militar, pero su trayectoria se desarrolló en Valencia vinculada a la Educación. Dirigió el centro de la UNED Alzira-Valencia Francisco Tomás y Valiente en dos etapas desde su ingreso en el PSOE en 1978. Entre esas dos etapas en la UNED (1978-1983 y 2000-2016), fue Director General de Educación de la Generalitat Valenciana (1983-1986) y también diputado en las elecciones de 1986, 1989,1993 y 1996.

Hoy, jubilado, es noticia por su último libro que, según el autor y sus colegas, ha sido censurado por Vicent Flor. Paniagua se relacionó con los intelectuales más perseguidos por el terrrorismo en la Universidad: Sanchis Guarner, Joan Fuster, Manuel Broseta, Tomás y Valiente y Ernest Lluch. Casado desde hace 30 años con la misma mujer, tiene dos hijos: uno formado en Teleco y otro en el colegio alemán. Es valiente y arrojado como un legionario, según afirman los que lo conocen y según he podido vislumbrar.

Flor es director de la Institución Alfonso el Magnànim (IAM), vinculada al CSIC y perteneciente a la Diputación de Valencia. El servicio de publicaciones está en su sede del Centro Cultural La Beneficencia. El Centro Cultural La Beneficencia colinda con el IVAM y alberga asimismo el Museo de Prehistoria y Etnología y Antropología creado por el escritor J. F. Mira, presidente de ACPV de 1992 a 1999 y de 2012 a 2020. La sede cuenta con importante tecnología agrícola y sus instalaciones se extienden al antiguo psiquiátrico de Bétera, población donde se encuentra la base militar de Alta Disponibilidad Jaime I. La formación de Flor es la de licenciado en Ciencias Políticas y doctor en Sociología y fue profesor asociado de la Universidad de Valencia, en Sociología y profesor-tutor de la UNED.

El prólogo de la historia.

-¿Cómo empezó todo?

«En el año 2016 me piden colaborar en régimen de coautoría en un texto sobre la época en que el PSOE gobernó la Comunidad Valenciana en su origen. Me puse a trabajar en ello y encargué el prólogo al periodista Manuel Muñoz. El otro autor me dijo en principio que sí al prólogo, pero luego dijo que no. Como el prólogo ya estaba escrito le dije que no accedía a quitarlo. Me desentendí del tema y la sorpresa fue ver el libro ya maquetado y que se había decidido quitar mi parte y mi nombre».

-¿Por qué Benito Sanz, el otro autor, que propuso hacer el libro en colaboración, dijo que sí al prólogo de  Muñoz y luego dijo que no?

«Eso habría que preguntárselo a él».

Habría que preguntar a Sanz si realmente fue el prólogo el motivo de la controversia. Un amigo de Paniagua, J. A. Piqueras, catedrático de Historia en la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón, entiende el affaire como un enredo que comienza con el prólogo como pretexto en su artículo «Incompetencia y censura», publicado el 26- 7 -20 en LevanteEMV. El artículo sirve para explicar que, como afirma Paniagua, el problema nunca fue el contenido del libro y que la gestión de las soluciones aumentó los problemas. Si el prólogo fue el problema del libro en coautoría y no su contenido, más tarde el problema fue la introducción individual al libro que el autor pretendía publicar acompañando el prólogo».

-¿Que pasó al enterarse de la publicación del libro por parte de Sanz en solitario con el título de La creació de la Generalitat Valenciana. L’etapa socialista 1983-1995 ?

«Consideré poner una demanda como me recomendaron mis contactos en Derecho. Ante esta posibilidad, se me ofreció publicar por mi parte, mi interpretación y conté todo lo que había pasado en la introducción. En vez de presentar la demanda, la oferta que me hacen es publicar mi interpretación de los hechos y yo hago entonces mi libro de acuerdo con el contrato nuevo que me hacen. Al hacer la introducción, hay el respaldo de un contrato que implica una confianza entre editor y autor. Si Vargas Llosa escribe nadie le va a discutir luego. Yo expliqué en la introducción lo que había pasado y me dijeron que eso no debía explicarse. Me negué a cambiarlo y entonces me dijeron que iban a dar el texto a los informantes y yo dije que eso deberían haberlo hecho antes. Lo normal es que antes de publicarlo, la editorial se informe de si es o no publicable. Una vez entregado, lo normal es que se hagan solamente observaciones de corrección ortográfica y gramatical».

En ese momento ya se reconoce que es el texto, tanto como la introducción, lo que merece desconfianza y la espiral de «piques» se vandaliza en bandos. Por su parte, Flor (según el artículo de J. C. Martí del 5-8-20 en LevanteEMV) acusa a Paniagua de «crear un lío» interesadamente, utilizando, posteriormente al prólogo, una introducción donde deja caer »acusaciones personales graves sin pruebas».

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-Según Piqueras lo que más molestó de la introducción fue la rivalidad historiográfica entre él y el futuro rector de la UV.

«En aquella época, P. Ruiz era profesor de Historia y todavía no rector pero la disparidad en la perspectiva de la historia impidió la entrada de Piqueras, que al final acabó en la UJI. Yo lo cuento en la introducción. Mis asesores dijeron que no había problema en cuanto a las referencias a otras personas».

Guerra de partidos

El informe con el que el director de la IAM se defendió en el Consejo de Administración de la Diputación de Valencia el 31 -7-20, catapulta en bandos un asunto en buena parte personal, lo cual conduce al vandalismo en los dimes y diretes. El informe se tituló ‘Compromís del Magnànim amb la llibertat d’expressió i amb diàleg i el respecte a les persones i institucions‘ y expuso que su nombre y el de la institución ( y el del partido que la controla) se han manchado por culpa de un miembro del consejo de administración y por un partido político de la Diputación, sin ponerse en contacto con él para obtener explicaciones del problema.

Paniagua deniega en esdiario que la contra hacia Flor sea porque el PSPV quiera controlar el área de Cultura en manos de Compromís. Flor afirma en su informe que aceptó publicar para evitar problemas jurídicos tras un intercambio de correos y conversaciones entre él y Paniagua. Como acusaciones graves se refiere a las de Pedro Ruiz y J. M. Felip, a los que el informe no cita sino respectivamente, como alguien que tuvo grandes responsabilidades en la gestión de la Universidad y al otro como “el que un cargo importante de la Generalitat durante el gobierno del PP trabajara para los servicios secretos españoles“.

El abogado de Paniagua llamó a Flor y este comunicó con el coautor proponiéndole publicar su parte del libro si renunciaba a demandar, pero Paniagua como historiador a ultranza, contó en la introducción incluso la relación de Felip con la masonería y el sionismo. Flor esgrimió que había un contrato con Felip en una serie de la transición del PSPV pero al retirarse por una imputación judicial, que Paniagua relata en la introducción, este pensó que prescindir de su nombre era porque el encargo estaba preconcebido antes de participar en un contrato anterior inválido por la imputación.

El informe de Flor desencadenó una serie de frentes abiertos: lo criticó el escritor, periodista, ex profesor de la UJI y ex director de la Institución Alfonso el Magnànim, Ricardo Bellveser ante el presidente de la Diputación, Antoni Gaspar, por algunos datos del informe en relación con su período como antecesor del director de la IAM, “que atentan contra el rigor universitario, la cortesía institucional y el saber estar democrático“, remarcando ser contrarios con «el compromiso con el diálogo, el respeto a las personas y el respeto a las instituciones, y se llega a atentados contra el rigor“.

Piqueras, en su artículo como respuesta en apoyo de Paniagua y como perjudicado por la endogamia que denuncia la introducción, se había remitido días antes del Consejo de Administración al pasado de Flor como dirigente de las juventudes de Unió Valenciana y da crédito a los que le suponen colaborador de la ‘kale boroka’ del GAV antes de llegar al Bloc y a la coalición con Compromís.

El informe de Flor en el Consejo fue motivo de contraréplica en el artículo ya referido y el más interesante publicado por esdiario sobre la correspondencia de Paniagua con Flor: “Vicent Flor, un censor sin escrúpulos que debería dimitir o ser cesado“ (1-8-20). Flor afirmaba no tener contrastadas algunas causas por las que el libro no fue anteriormente editado, según Paniagua “aludiendo, de manera subrepticia, a otros responsables anteriores de la institución“. El estudio de Paniagua, como relata la introducción, había sido postergado por la Generalitat del PP y fue en la coyuntura del gobierno de coalición cuando se le ofreció compartir su estudio en cooperación con Sanz.

En el intercambio de conversaciones que publica esdiario, una de las explicaciones que Flor dio a Paniagua para no publicar la introducción que podía ser fuente de problemas con otras personas, fue que en su puesto tenía que “saber estar“, lo cual Paniagua sintió como una alusión personal al haber sido miembro de la IAM, y contestó en mail de 29-5-20 a las 14’58 (dato que precisa el artículo de Paniagua “La catadura moral de V. Flor“, publicado en LevanteEMV del 5-8-20, como contrapréplica al informe de Flor), que él también había sabido estar siempre en su puesto, remarcando al final que «no se preocupe porque ya no le enviará más pensamientos antes de dormir ya que él (Flor) sabe saber estar».

Flor le contestó que utilizaba un tono amenazador y Paniagua replicó que no lo veía así y sacó sorprendentemente a continuación el tema de su revisión de tesis por un profesor anglosajón al que invitó a la UNED “y a entrevistarse con Joan Fuster, aquel al que le pusieron una bomba en su casa de Sueca, como recordarás“. Incluso»lo de suavizar» fue motivo de pique al no prosperar, ya que Paniagua manifestó en esdiario que si uno carece de antecedentes se le puede suavizar la pena, trayendo a colación como si fuera el presente, el pasado del intervencionismo en la universidad, no solo a nivel interno sino hasta el umbral de casa.

Paniagua cita en el artículo de esdiario un mail del 26-5- 20 a las 12’59h, es decir a las 13 horas, en el que con hora y fecha se refiere en el artículo por dos veces, al ser el que pide qué es lo no publicable, como desencadenante del pique sobre el «saber estar». Flor cuenta en su informe que intentó que Paniagua suavizara o cambiara la introducción, pero recibió un ultimátum de un mes para la revisión del texto por los informantes, lo que resultó también inadmisible para Flor, siendo para Paniagua el tiempo que dan las instituciones académicas para emitir un informe. Paniagua aceptó utilizar el suavizante pero no cambiar el ropaje de su camiseta y le propuso por teléfono y por correo qué partes debía modificar sin recibir respuesta.

-¿Hubo disposición para arreglar las afrentas antes o después mediante algun otro trato o concesión?

«Me entrevisté con el presidente de la Diputación, del que depende orgánicamente la Institución Alfons el Magnànim y le entregué un dossier que contenía el índice del libro y la Introducción, en la que justificaba las razones que me habían llevado a escribirlo. Incluso una propuesta de suavizar algunas palabras que pudieran ser objeto de debate ( aunque ya mis consejeros juristas me habían dicho que no hay había nada que pudiera vituperar la dignidad de los aludidos -solo tres personas-).

El presidente se mostró atento y receptivo pero el gobierno de coalición no iba a romperse por un libro. Dejé un mes para que me dieran una contestación de si iban a publicarlo o no, teniendo en cuenta que era un procedimiento inédito que se les diera a dos informantes cuando ya existía un contrato firmado y por tanto una confianza entre editorial y autor. Pero esperé un mes entre el 4 de junio y el 6 de julio, que es el tiempo que se establece en el ámbito académico para emitir un informe. Y el 6 de julio presenté mediante registro de entrada, mi renuncia al contrato, y que en ningún caso iba a renunciar como me pedía el director de la Institución Alfonso el Magnanin, a quitar la Introducción en su contenido fundamental».

No acaba ahí la polémica pues tras llevar Paniagua al Presidente de la Diputación la propuesta de modificación de la introducción y tras publicarse en prensa, Flor arguyó que lo publicado no era la introducción que entregó al presidente de la Diputación. Finalmente, Paniagua renunció al contrato y a la demanda, como le anunció al presidente, para publicar en otra editorial con dos prólogos y quién sabe si dos introducciones, que por sí solas podrían ser el inicio de otro libro sobre las corrientes y ‘enchufes’ de las instituciones públicas y privadas, al que no le faltarían coautores de principio a fin.

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