El presidente del Valencia Anil Murthy habla por Peter Lim y lo hace con coherencia y seriedad

Anil Murthy, presidente del Valencia CF/VCFAnil Murthy, presidente del Valencia CF/VCF

Carta abierta del mandatario valencianista cargada de razones, llena de sentido común y con un toque de ironía con respecto a los que propugnan una casi imposible reventa de la sociedad

Sábado, 15 de agosto de 2020

Antonio Silvestre.- «El gato escaldado del agua fría huye». Por fin habló Peter Lim y lo hizo a través del presidente del Valencia, el señor Anil Murthy, para explicar la realidad del club en los últimos 12 años, precisamente desde el comienzo de la crisis del 2008 y su deriva  hasta una situación económica dramática. Y como hemos venido defendiendo Manolo Huerta y un servidor desde estas páginas, la realidad de la entidad invitaba e invita, a una política muy seria en el aspecto empresarial, alejada de la intención de seguir procurando sueños imposibles.

Murthy, guste o no a los niños de la prensa valenciana y a los buitres de la prensa de Madrid, pone los puntos sobre la íes en casi todos los aspectos. Para mi gusto, hubiera debido explicar también el asunto Marcelino-Alemany, más que nada para terminar de desarmar a los impertinentes defensores de ambos ex-empleados.

«En 2008, Juan Villalonga anunció que la deuda del Valencia CF era de 439 millones de euros, sin incluir el costo del nuevo estadio. En febrero de 2009, la construcción del nuevo estadio se detuvo, paralizada después de gastar más de 150 millones.  En marzo de 2009, el Club estaba financieramente muerto y no podía pagar a sus jugadores. El Club había perdido más de 300 millones de euros desde 2003 (que es una gran cantidad de dinero en ese momento) y en junio su deuda había alcanzado los 547 millones de euros. La deuda en sí misma no es el problema. Se necesita efectivo para pagar los intereses y el capital. El Club no pudo».

Para mí, con este primer párrafo de su misiva, Murthy (Lim), desmonta cualquier atisbo de grandezas pasadas y de cobradores del frac oportunistas. El Valencia estaba en quiebra y desprendía un aroma de fracaso y desaparición que impregnaba todo su entorno. Casi 550 millones de deuda en medio de un tsunami financiero mundial, con miles de empresas cerrando, millones de trabajadores despedidos por ERTE y el drama social instaurado en las familias.

«Entonces comienza el proceso. Bancaja presta millones de euros para salvar al Club, que empieza a vender a todos los jugadores estrella: Albiol, Villa, Silva, Mata, Alba. “La venta de buenos jugadores es necesaria en todos los clubes y afortunadamente el Valencia CF los tiene, a diferencia de muchos otros”, dijo el entonces presidente en 2012. Una vez más, la deuda sigue aumentando en 2013 y el Club no puede volver a pagar. No paga desde 2009. Entonces Bancaja, ahora Bankia, forzó la venta. Querían nuevos inversores que pudieran garantizar un buen proyecto económico y deportivo. En 2014, Peter Lim compra la mayoría de las acciones. Había 48 millones de euros de sueldos impagados a los jugadores y no había efectivo en el banco».

En este punto no coincido plenamente con el señor Murthy. A Bancaja, que movía sus hilos a través del presidente de la Fundación VCF, Aurelio Martínez, le importaba un bledo el Valencia CF, su proyecto deportivo. Lo que quería era cobrar a toda costa. Y Martínez, como Salvo, se plegaron a las intenciones del banco nacionalizado, en lugar de presentar Concurso de Acreedores, que era la fórmula que habían utilizado por ejemplo Atlético de Madrid y Levante UD, con los excelentes resultados que hoy pueden apreciarse en ambas entidades. Esa es la clave de la venta, plegarse por intereses políticos y personales a las intenciones del banco. «El gato escaldado del agua fría huye». 

Y llega el momento de la filosofía empresarial más eficiente, aplicada por un empresario de éxito internacional para salvar al Valencia: «Debemos ser un Club serio. Debemos ser responsables. En 2017/18, después de casi una década, el Club comienza a pagar a los bancos. Los bancos finalmente están contentos. Confían en que este Valencia será sostenible. En 2019/20, el VCF tiene los ingresos más grandes de su historia. Se ganó un título después de 11 años derrotando al FC Barcelona en una batalla histórica».

Esta es la verdadera razón de nuestro apoyo total a Peter Lim y que «los niños» que azuzan a los aficionados más jóvenes con sus proclamas amarillas no quieren reconocer, ellos sabrán porqué.  Lim salvó al Valencia  de la desaparición, impuso una política empresarial tan sencilla como lógica: la sociedad debe dejar de endeudarse y vivir de sus propios recursos que, ojo, en el caso de un club de LaLiga, no son pocos.

«En la última Junta General anual de diciembre de 2019, una de las mayores preocupaciones de los accionistas fue el tamaño creciente de la deuda en 18/19 y 19/20, principalmente debido a la contratación de jugadores y el costo relacionado. Ellos están en lo cierto. Les escuchamos». Correcto. Con esa deuda, el club no debe aspirar a nada más que al trabajo acertado de sus profesionales en la parcela deportivo-técnica y al fruto de su Academia, pero no a competir a nivel real con otros en mejor situación financiera. Y por cierto, la dupla García Toral-Alemany tuvieron más errores que otra cosa en este sentido.

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«Terminamos novenos. No estamos en la Champions League. Por lo tanto, reconstruimos. Esto no es ni el principio ni el final. Debemos aprender del pasado. Apretar por el «gran estadio, grandes jugadores, ganar la Liga y la Champions a toda costa» conducirá a una repetición del pasado. Como dijeron los accionistas minoritarios, debemos reducir los costes de nuestros jugadores. Porque un club en quiebra no es un mejor club». ¿Se siente, queridos niños?

Tras explicar la pobre clasificación de la pasada temporada y la incidencia del coronavirus en el presupuesto del club, Murthy da otro baño de realidad: «En esta situación, haremos todo lo posible para que el Club siga funcionando. Primero, debemos bajar los salarios, lo que significa vender jugadores con dos años o menos de contrato y salarios altos. Además, algunos están envejeciendo y son propensos a sufrir lesiones. No podemos mantenerlos y no deberíamos. En segundo lugar, debemos seguir invirtiendo en nuestros chicos de la Academia y promoviéndolos hacia arriba. Hemos realizado cambios significativos en la Academia y el equipo médico solo hace dos semanas».

Anoche escuchaba a uno de los niños de la cruzada anti-Lim decir que era una barbaridad lo de la propensión a las lesiones de algunos futbolistas. Siguen sin querer ver a la SAD y una gestión eficiente. Claro, alguno de los aludidos ya habría chateado su whatssap correspondiente a esa hora de la madrugada para dotar al voceras de su particular argumento. Pero el razonamiento de Murthy es inapelable desde el punto de vista empresarial.

Y por si a alguno le quedaba alguna sobre un jugador que ya quería irse del Valencia estando en el Cadete-A: «En el caso concreto de Ferran, seamos claros. Eligió irse a pesar de que se le ofreció uno de los mejores salarios del equipo. Su agente dijo que NO. Cada uno elige su camino. Aprendemos de esta experiencia pero no la olvidamos. Tenemos un buen grupo de jugadores de nuestra Academia y nos aseguraremos de no tener este tipo de problemas nuevamente. Son buenos chicos. Muchos de ellos están entrenando ahora con el primer equipo».

Nuevo estadio

El resto de la misiva es una explicación todavía más coherente si cabe al asunto del futuro nuevo estadio: Después de casi una década, teníamos todo listo para que fuera realidad. Teníamos un comprador, ADU, y la financiación puente, para comenzar a construir en mayo de 2020 y terminar en 2022. ADU no es un actor inmobiliario pequeño. Tienen muchas promociones en España. Trabajamos con Deloitte, uno de las 5 grandes, para hacer realidad este acuerdo. ADU no pudo entregar las garantías a tiempo. Pero con el consejo de Deloitte les dimos más tiempo. No podíamos esperar más para abrirnos a los demás. ADU sigue trabajando en su proyecto. Eliminamos la exclusividad en febrero de 2020 y estamos trabajando con otros actores importantes para comprar el Mestalla actual. Debemos tener garantías. Este es un proyecto que conducía anteriormente a la quiebra del Club. ¡No vamos a vender a todos nuestros jugadores para construir un nuevo estadio!

Nuestro plan es muy sencillo. Para construir uno de los mejores estadios de Europa con instalaciones de última generación, tendremos que: 1) vender por un mínimo de 120 millones de euros, 2) construir por 150 millones de euros con financiación para los 30 millones de euros restantes, 3) aumentar la capacidad a cerca de 65.000, 4) aumentar los precios de los abonos de temporada y las entradas en un 15% en promedio para sufragar los costes operativos de un estadio más grande. Este es un modelo sostenible para un nuevo estadio.

Teníamos todo preparado, pero no se pudo llevar a cabo. Estamos trabajando de nuevo. Mientras tanto, hemos cumplido con todas nuestras obligaciones de pago de más de 1 millón de euros al año, en virtud de la ATE.

Ahora, con la actual situación económica durante el COVID-19, los inversores están esperando. Pero muchos están preguntando. Seguiremos trabajando con la Generalitat y el Ayuntamiento en este importante proyecto para la ciudad. Y encontrar una solución para el nuevo estadio.

A pesar de todo ello, seguimos ganando. Nos clasificamos para la Liga de Campeones tres veces en nuestras seis temporadas y ganamos un título. Es igual, si no mejor, que en las seis temporadas anteriores. También está en la línea de las clasificaciones del Valencia CF para la Liga de Campeones a lo largo de su historia.

Estamos comprometidos con la construcción de un club sostenible y con su crecimiento. Esto lleva tiempo».

En fin, que cada uno piense lo que quiera pero seguir atacando a Peter Lim no solo es un grave error sino que es también una locura que podría conducir al club al desastre. Que se lo piensen.

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