Vicente Torres
10-08-2020
El pĆ”rrafo que sigue estĆ” extraĆdo de un artĆculo de Cristian Campos publicado en El EspaƱol:
Ā«15. O con los igualmente reaccionarios privilegios polĆticos, económicos e industriales concedidos a CataluƱa a lo largo de los Ćŗltimos 300 aƱos por todos los gobernantes espaƱoles, desde Felipe V hasta Franco y Pedro SĆ”nchezĀ».
Yo he dicho lo mismo muchas veces y en distintos sitios, pero esta vez lo tomo prestado de otro, para que se vea que no soy el Ćŗnico que estĆ” en el secreto, sino que el asunto es pĆŗblico y notorio y quienes no lo saben es porque no quieren.
Con estos antecedentes y a la luz de sus actuaciones, queda claro que Torra quiere rematar de forma brillante la tarea comenzada por Pujol y continuada por sus sucesores hasta llegar a Ć©l. Consiste, obviamente, en devolver a CataluƱa al estatus económico y social que tenĆa antes de Felipe V, es decir, a ser una de las regiones mĆ”s pobres de EspaƱa. En esta tarea le ayuda de forma entusiasta la tal Colau. Barcelona ya nunca volverĆ” a ser lo que fue. Protestaba contra los nacionalistas Manuel AlcĆ”ntara, porque Barcelona tambiĆ©n era suya, alegaba, porque la habĆa visitado muchas veces, habĆa disfrutado en ella y la amaba. Pues no, Colau la ha destrozado e insiste en la tarea sin misericordia alguna.
HabrĆa que apuntar que Pujol, que es muy listo, no tenĆa reparos, ni tiene, en destrozar CataluƱa, porque su inteligencia es maligna, pero confiaba en quedar impune en lo personal, mediante la compra de voluntades, pagada con dinero contante y sonante, y el acopio de dosieres. Avisó de que si tiramos de la manta, nos haremos daƱo todos.
A Pujol, que es muy listo, le han sucedido otros que son muy torpes, y al final estĆ” Torra, que ya queda fuera de concurso. El proceso se acelera. El del deterioro.
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