Siempre está ella

Img. Rosa Muriel

Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA

01-08-2020

Si mi almohada tuviera vida me querría más que a nadie porque durante el día no hay quien se acuerde de ella.

Si tuviera vida no la soltaría, ella cada noche me acompaña para seguir soñando, es suave, es testigo de mis sueños más profundos que jamás alguien sabrá. Solo ella y yo somos cómplices de mis secretos. No todo se puede decir, pero el sentimiento que guardo en mí queda plasmado cada noche en ella. Porque siente el amor que quise entregar y todos los secretos que pertenecen a ese amor.

Si mi almohada pudiera ver, no dejaría de mirar al cielo por esa ventana que me gusta dejar cada noche abierta, solo para observar los rayos de luna que se infiltran a través del cristal.

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Si mi almohada pudiera escuchar, entendería mis palabras de «buenas noches amor» y muchos besos para alguien que no esta a mi lado, y los llantos que muy pocas veces me han despertado algunos sueños agobiantes y a veces incomprensibles.

Si mi almohada tuviera brazos muchas noches me abrazaría, pero me conformo con su suavidad, que  es toda la ternura que me puede dar.

No, no me estoy volviendo loca, solo agradezco a la imaginación, al sentido del tacto y a mis sentimientos que hasta a un pequeño pedazo de tela te pueda entregar tanto cariño, solo por ser mi compañera de cada noche.

Y a ti que puedes estar leyendo esta locura que salió de mi corazón te digo, cada noche alguien te acompaña aunque te sientas sola, porque siempre estará tu almohada.

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