Verdad y malicia

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Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA

01-06-2020

Nos empeñamos en poner la coletilla de no ser tontos cuando hablamos de bondad. Curiosa asociación, que puede entenderse por tanto como ser malo igual a ser listo.

La bondad es una característica que define la personalidad de las personas cuya inteligencia emocional favorece las relaciones con su entorno. Para ser bondadosos necesitamos desarrollar lo mejor de nosotros mismos y hacernos personas empáticas capaces de entender las cualidades y limitaciones de todos por igual.

Ser bondadosos es un acto admirable, pero se tiene que tener cuidado con entregar tu ayuda a personas que se aprovecharán de ella. Es necesario tener dignidad en todo lo que hacemos, pues esta será el arma con la que impediremos que controlen nuestras vidas, teniendo siempre como prioridad nuestras propias necesidades.

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Mucha gente acepta la ayuda que ofrecemos solo para obtener ventaja sobre nosotros. Puede que ni siquiera necesiten ayuda, pero saben que siempre acudiremos para tenderles una mano y estaremos entregándoles una forma de hacernos daño.

Necesitamos mantener los ojos abiertos para aquellos que siempre necesitan ser “salvados” y definir estrategias para ayudarlos. Cuando ofrecemos nuestro apoyo incondicional, nos colocamos en una situación de vulnerabilidad emocional, pero los demás también necesitan esforzarse y hacer su parte; recuerda que todos somos capaces de hacer grandes cosas, no te dejes engañar solo porque tienes un buen corazón.

Ser bueno hoy en día es ser tomado por bobo, ser justo por imbécil, tener moral y honor es ser retrógrado y tener compasión es tan solo de débiles. Pero entonces que le voy a hacer si resulta que soy: boba, imbécil, retrógrada y débil… es que casi lo prefiero, lo contrario sería haber caído en un individualismo estúpido que no lleva más que al fracaso.

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