Antonio Gil-Terrón Puchades
22-05-2020
Puede parecer que el célebre adagio del poeta romano Horacio, “Carpe diem” (vive el momento), sea irreflexivo, inmaduro, egoísta, y poco cabal, por no hablar de aquellos cristianos que además ven inmoral y pecaminoso esa filosofía del “vive el momento”…, y ello debido a que – posiblemente – estos cristianos nominales han oído, pero no escuchado, las palabras de Jesucristo en el Evangelio:
«No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?»… «Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio agobio». [Mateo, 6: 25-27-34].
Así pues, cumple con tus obligaciones, vive y deja vivir; siembra amor y no te amargues la existencia pensando en qué pasará mañana; disfruta el momento y Dios dirá.
¡Vive el momento! Y mañana Dios dirá.
Be the first to comment on "¡Carpe diem!"