Antonio Gil-Terrón Puchades
17-05-2020
Hasta allí donde los ángeles duermen, volaré para tu nombre entre las nubes susurrar; pero si en el Cielo no te hallase, amor, hasta el mismo Infierno bajaré para tu nombre entre las llamas gritar hasta encontrarte y besarte, como tan solo los enamorados saben besar.
Encontrarte y no dejarte marchar; permanecer a tu lado compartiendo todo lo que tenga que llegar, sea luz u oscuridad, Cielo o Infierno, prisión o libertad.
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Y ya nada nos podrá separar, cuando abrazados brindemos por un amor sin final, apurando hasta la última gota de esa copa que algunos llaman amor, y yo llamo Eternidad.
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