El New York Times tilda de irresponsable al Gobierno español

Ataúdes de víctimas de coronavirus, para ser enterrados o incinerados, fueron almacenados en el estacionamiento subterráneo de una funeraria en Barcelona el jueves./NYT

Las autoridades españolas inicialmente trataron el virus como una amenaza externa, en lugar de considerar que su país podría ser la próxima ficha de dominó en caer

Miércoles, 08 de abril de 2020

Antonio Casañ.- Lo cierto es que, reconocido por el mismo ministro de Sanidad Salvador Illa, hay bastantes más de 15.000 muertos por coronavirus en España. En algunas responsables autonómicas, como por ejemplo, la de la Comunidad Valenciana, su aceptación de la realidad mortuoria incontrolada la limitó a contestar a un periodista que «bueno, si alguna persona ha fallecido en su casa sin posibilidad de haberle hecho la prueba, eso no lo podemos saber». Ya se habla de un entre un 20 a un 40 por ciento más de personas fallecidas no contabilizadas oficialmente solo en nuestra región.

Ahora, el Gobierno español saca a pasear la palabra «desescalada» respecto al fin del confinamiento de la población y la ministra de Hacienda confirmaba este miércoles que sería a partir del 26 de abril. Minutos después, el ministro valenciano de Transportes, José Luis Ábalos desmentía tanto a MªJesus Montero como al propio Sánchez en su última comparecencia tras Consejo de Ministros y aseguraba que no se sabía el día, que «dependerá de lo que digan las autoridades sanitarias, no hay una fecha determinada».

Mientras tanto, la economía se hunde día a día sin que los bandazos y las improvisaciones del Gobierno de Sánchez respondan a las necesidades de los trabajadores autónomos, auténtico motor del modelo económico español. Y además, el sector turístico sufre un agujero muy importante en sus cuentas, con lo que ese sector representa tanto como lanzadera económica del país como para el empleo de nuestro país.

Un sector turístico al que el New York Times (NYT) hace un flaco favor en un artículode su redactor Raphael Minder en el que carga duramente contra la imprevisión del Ejecutivo de Sánchez y asegura que desde que a finales de enero, un turista alemán era declarado COVID en La Gomera y poco después un grupo de turistas en Canarias se viera afectado, España predijo que enfrentaba una amenaza externa, pero no corría el riesgo de una epidemia interna.

Mas tarde, el 26 de febrero, un vecino de Sevilla, que no había viajado, dio positivo. Una semana después, otro hombre en la Comunidad Valenciana se convirtió en la primera víctima de coronavirus del país, comenzando un recuento sombrío que roza ya los 15,000 muertos. España ahora ocupa el segundo lugar en el mundo, detrás de los Estados Unidos, en el número total de casos. Ahora, la crisis sanitaria ha demostrado que un síntoma del virus, tan persistente como la fiebre, los dolores musculares y de cabeza y la dificultad para respirar, ha sido la tendencia tanto del Gobierno de Madrid como de los autonómicos a ignorar las experiencias de los países donde el virus había golpeado antes.

«Comenzando con China, el virus se ha saltado en todo el mundo, cruzando el umbral de un millón de infecciones en todo el mundo la semana pasada. Pero como en la mayoría de las naciones, las autoridades españolas inicialmente trataron el virus como una amenaza externa, en lugar de considerar que su país podría ser el próximo dominó en caer», detalla el artículo del NYT. Sin duda alguien debe asumir las responsabilidades. Los sindicatos de la salud están llevando a las autoridades ante los tribunales por no protegerlos: más de 12.000 de sus miembros han resultado infectados en España, más que en cualquier otro lugar del mundo, a veces incluso obligando a médicos y enfermeras a usar bolsas de basura en lugar de batas médicas. Además, los pacientes han estado durmiendo en los pasillos del hospital por falta de camas en Madrid o en el País Vasco.

El TSJ de la Comunidad de Madrid informó el martes que durante la segunda quincena de marzo expendió 9.007 licencias de enterramiento, cifra que duplica ampliamente las 4.125 defunciones registradas en la región en todo marzo de 2019, según el INE. En marzo hubo 3.603 muertes oficiales por coronavirus en la región; por tanto, hubo cientos más de muertes durante esta pandemia, que no suelen producirse otros años, cuya causa no está atribuida oficialmente al coronavirus. Aquí en nuestra Comunidad, Barceló señala que tardarán tres meses en conocer los datos del Registro Civil.

Y además, el NYT se hace eco de la impactante fotografía de El Mundo de este miércoles. «En Madrid, la pista de patinaje más grande del país se convirtió en una morgue de emergencia, mientras que su principal centro de exposiciones se convirtió en un hospital de campaña, que se abrió en lo que los sindicatos de la salud describieron como condiciones de trabajo desastrosas. En uno de los episodios más horripilantes de esta crisis, los soldados españoles encontraron residentes mayores abandonados o muertos en las camas de sus hogares de ancianos». Nuestra imagen exterior por el suelo.

La crónica de diario neoyorquino continúa desnudando la incompetencia del Gobierno español. «Como resultado, el gobierno del primer ministro Pedro Sánchez se ha enfrentado a críticas por no prohibir las reuniones masivas antes y por no almacenar equipos médicos tan pronto como el número de casos llegó a varios cientos en el norte de Italia a fines de febrero». Sánchez se defendió entonces alegando una peregrina justificación e hizo hincapié en que «el Día Internacional de la Mujer, cuando 120.000 se reunieron en Madrid el 8 de marzo, también se había celebrado en las calles de Bruselas, Berlín, Viena y París».

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Y añade el NYT que «el evento ha sido ampliamente responsabilizado por catapultar la propagación del virus en la capital. Tres ministros del gobierno español que encabezaron la concentración de mujeres luego dieron positivo para el virus, al igual que la esposa y la madre de Sánchez. ‘»Es evidente que con lo que sabemos hoy, hubiéramos actuado de manera diferente»‘, dijo Sánchez».

El periodista del rotativo de la capital financiera de EE.UU alienta todavía más la mecha de la explosión social que se prevé en España tras la crisis: «Sánchez apenas llegó a su cargo en enero, después de una elección nacional no concluyente, y sus ministros socialistas ahora comparten el poder con sus antiguos rivales, el partido de extrema izquierda Unidas Podemos». Y poco despué recoge las declaraciones del economista de Ciudadanos, Antonio Roldán: «Un gobierno nuevo y fragmentado comienza con una gran desventaja en este tipo de situación de crisis, porque requiere que se tomen decisiones rápidas y contundentes sin preocuparse constantemente de si alguien más está obteniendo una ventaja política».

Otro punto caliente del artículo es el que hace referencia a la compra de equipos sanitarios. «La adquisición de equipos de emergencia ha sido especialmente grave. El problema se destacó cuando el Ministerio de Salud adquirió, a través de un intermediario español no revelado, 640,000 kits de prueba de una compañía china cuyo envío inicial resultó inutilizable». «Estamos trabajando dentro de un sistema de atención de salud robusto y grande que desafortunadamente se ralentiza por mucha burocracia, incluso cuando se trata de comprar algo», dijo Ángela Hernández Puente, doctora y funcionaria sindical en Madrid.

También hace referencia a la defectuosa comunicación de la pandemis por parte del Gobieron. «Guadalupe Moreno, que trabaja para Statista, una compañía de datos alemana, dijo que consideraba que los datos de prueba de España eran demasiado incompletos para incluirlos en su investigación comparativa.«Parece que las autoridades españolas ya no son claras acerca de cuántas pruebas se llevan a cabo en España», dijo. Aun así, se estima que alrededor del 15 por ciento de la población de España ya se ha infectado, con mucho, la proporción más alta entre 11 países europeos incluida en un estudio reciente realizado por científicos del Imperial College de Londres.

Las víctimas más grandes de la respuesta confusa oficial es la de la red profesional sanitaria, más allá de las personas enfermas o muertas por el virus, como son los médicos y enfermeras de España, quienes han sido infectados en cantidades asombrosas y que han recibido una gran cantidad de solidaridad y aplausos diarios de los balcones de los 47 millones de residentes confinados en España, la gran mayoría de los cuales han respetado un estricto encierro que durará al menos hasta el 26 de abril, si no más.

«Es probable que esta crisis fortalezca los lazos horizontales en nuestra sociedad, entre ciudadanos que están haciendo grandes sacrificios, mientras que debilita aún más el vertical con el liderazgo en la cima», pronosticó Narciso Michavila, un sociólogo y presidente de GD3, un español empresa de encuestas.

Lo cierto es que ante la falta de test para confirmar la causa de los decesos, solo queda analizar las diferencias de mortalidad entre un periodo normal y esta epidemia. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en sus informes del Sistema de Monitorización de Muertes diarias (MoMo) estudia la diferencia entre el número de muertes previstas y las registradas. El ISCIII, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, reconoce las limitaciones actuales para elaborar sus informes, debido al retraso en las oficinas de registro civil del Ministerio de Justicia, colapsadas, además de la disparidad de períodos analizados para cada comunidad autónoma.

En sus informes ha constatado un exceso de mortalidad del 51% en toda España entre el 17 de marzo y el 6 de abril. Lo normal, según sus registros, es que durante este periodo hubieran muerto 23.590 personas, pero fallecieron 35.673, 12.083 más de lo habitual. En ese periodo se registró una cifra similar de fallecidos por coronavirus, 13.307.

En la Comunidad Valenciana, hubo entre 812 difuntos más de los esperados entre el 22 de marzo y el 5 de abril, pero la cifra de Sanidad solo computa 568 por Covid-19. Es decir, hay 312 muertes que habitualmente no ocurren pero cuya causa es oficialmente ajena a la pandemia. En el Aragón el exceso es de 140 sin asignar para el periodo del 23 de marzo al 5 de abril. En Andalucía, 94 para el entre el 20 de marzo y el 2 de abril.

El Ministerio de Justicia remitió el martes una comunicación a los registros civiles para pedirles celeridad en la recopilación de la cifra de las licencias de enterramiento El sistema habilitado se ha colapsado este miércoles y se buscan nuevas fórmulas para que remitan la información.

 

 

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