¡Pobres de los sintecho!

Img. Antonio Marín

Vicente Torres

17-03-2020

Los políticos no se quieren enterar de que los más perjudicados por su descontrol en el gasto son los sintecho y los candidatos a convertirse en sintecho. Digo que no se quieren enterar porque para lo que les interesa sí que son muy listos. Sobre el gasto desorbitado cabe recordar que una señora de Cabra que era ministra con un presidente infame reconvertido en mayordomo de Maduro dijo que el dinero público no es de nadie. Como consecuencia de ese modo de pensar tan nefasto para los contribuyentes hay una serie de televisiones que se usan todas para manipular y con las que quienes gustan de ser manipulados están conformes. Pero su existencia es criminal para los pobres, porque les detrae recursos que necesitan. También hay una serie de chiringuitos, llamémosles así, que si desaparecieran no por ello dejaría de funcionar el Estado.  El dinero ahorrado si se diera el caso se emplearía, sin duda alguna, de modo más productivo para la nación, lo que repercutiría favorablemente en las clases asfixiadas, porque del mismo modo que hay clases extractivas, entre ellas las podemitas, que a cambio de no tener idea buena se llevan mucho dinero, también están las citadas.

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Hay orden de quedarse en casa, ¿pero en qué casa se van a quedar los sintecho? Se sugiere, o quizá se ordena, que no se acuda a los hospitales o centros de salud, sino que se llame por teléfono, pero, ¿con qué teléfono van a llamar los sintecho?

La calidad moral de una nación se mide por el trato que da a los más vulnerables. Pero hablar de la calidad moral de un país en el que desde el gobierno se insta a odiar, o se celebra el odio, a una parte de la población, parece un chiste. Pero la tristeza que queda al final la produce el hecho de que ningún político ha propuesto reducir el gasto inútil del Estado. Todo lo que se propone es endeudar a las generaciones futuras.

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