Al soci no se’l pot enganyar

José Luis Ábalos admite ahora que se despidió de la vicepresidenta de Venezuela en la sala VIP de Barajas/LDMentir con una promiscuidad indecente.

Francisco Mares

31-01-2020

En menos que canta un gallo, y a la primera como una eyaculación precoz (kikiriki), el ministro de fomento, así con minúsculas, de buenas a primeras en un hat trick, se ha negado a sí mismo y a propios y a extraños a raíz del encuentro con Venezuela. Haber ofrecido casa y cama a un presidente ejecutivo de ocasión que ora dice una cosa, ora la contraria es contagioso.

Esta especie de corona virus progre procedente del fascismo comunista es muy habitual en la política, pero sobre todo en la que siempre ha engañado, predicando la revolución del todo por el cambio por todo el morro. Con más panceta que morro, tales engaños de (c)olor de rosa en copyright resultan + que inverosímiles hoy por hoy, por más que se corra de un cupido velo al socialismo de abadía y chupito de orujo .

Loading...

El hijo de Carbonerito no ha sabido lidiar con los medios con labia de morro de cerdo y ha demostrado su incompetencia como educador, como lo hizo al amenazar a Podemos con chulería torera algarroba y garrofera en la falta de acuerdo que condujo a la falta de investidura del verano. La carencia de principios de mérito y además de capacidad, le ha llevado nuevamente al trono gracias a Vox, ya que con el cuento de que viene el lobo se ha instalado la mediocridad al poder con un acuerdo de abrazos de catedral jorobados por la chepa.

De este quasimodo, ningún periodista que no sea independiente se va a atrever a cantar, en menos que canta un gallo o llueva a toda leche, el autoritarismo y maltrato propios de un maestro chusquero del antiguo régimen. Antes bien, estos profesionales sin vergüenza de ninguna clase, recibirán estas hostias con agrado por ser ministeriales y parodiarán a los que osen atreverse a desafiar a los encumbrados día a día y noticia tras noticia por sus nodos de sesión continua de maratón.

Y ya que se habla de virus y sin pasarse de la raya, uno de los programas que parece que puede prometer y promete es lo de Ébole. El objetivo es entrevistar a proscritos y encarcelados. En su promo, Jordi ha dicho que era más fácil entrar a la cárcel a entrevistar y recabar información incluso en la época de González, que ahora con el violetero de Marlaska donde se ponen muchos más impedimentos. Y ha advertido de que cualquiera de nosotros está más cerca de la cárcel de lo que pensamos.

Otra perla es que ha augurado para su programa una cosa de la que siempre hemos sido partícipes: la lectura entre líneas en todo texto o entrevista. A Pepelu habría que decirle, y no sólo por Venezuela, lo que J. L. Núñez repetía como un eslogan electoral. TV3 lo parodió con un humor sin saña: Al soci no se’l pot enganyar. Núñez también acabó en prisión, envuelto en una guerra civil sin respiro en la que Johan Cruyff también perdió la vida.

Be the first to comment on "Al soci no se’l pot enganyar"

Leave a comment

Your email address will not be published.