Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
18-09-2019
No sé si soy inmadura o demasiado madura. Lo que sé es que me sigo sintiendo adolescente cuando no escondo mi rebeldía y me da igual lo que opinen de mi, yo a mi bola. Cuando no pienso las cosas y mi lanzo al vacío sin importarme si hay red o no, cuando me arriesgo, cuando no me importa caer, cuando me levanto, lloro dos días y vuelvo al ruedo, cuando No acepto los NO, ni los PUEDE SER, ni los QUIZÁS, ni los NO PUEDO, cuando me prendo en todos los desafíos, cuando lucho sin cesar, cuando me propongo nuevos retos voy a por ellos y no ceso hasta que los consigo, cuando no paro de soñar, de hacer planes, cuando creo que un día me cruzaré con el amor de mi vida…siiiii y me crucé con el, cuando siento que lo mejor está por venir, cuando estoy con esa amiga del alma y todavía seguimos hablando de los hombres …., de los que están y los que vendrán mientras nos tomamos algo y nos reímos de nosotras mismas.
Sin embargo a veces creo que aprendí tanto que ya será difícil que vuelva a sentir como antes, es como si frente al amor me hubiese puesto extremadamente exigente, ya no quiero que me endulce los oídos cualquiera, necesito como requisito indispensable la inteligencia, tampoco me gusta lo fácil siempre fui por lo difícil, me enamoré y sonrio por amor, pero ya no ruego, ni gasto energía tratando de convencer a nadie.
No soy fácil de llevar, no a estas alturas, en las que las estupideces me aburren, y los grises me enferman, creo que aprendí tanto que seguiré amando a mi soledad, ella me entiende y me sabe llevar.
Ya sé, no me entendiste, no te preocupes, la mayor parte del tiempo yo tampoco me entiendo…porque te amo.
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