Durante el curso 2019-2020 las aulas de FP tendrán 23.000 alumnos más, con un total de 861.906, según el informe Datos y Cifras publicado ayer por el Ministerio de Educación
Miércoles, 18 de septiembre de 2019.-
informaValencia.com.- Nuestro país continúa por debajo de la media europea en alumnos de Formación Profesional (FP), pese al notable incremento de los últimos diez años. En esta última década, el porcentaje de estudiantes que han optado por la FP ha crecido un 77% (en 2008 eran 486.000), pero España sigue por debajo de la media de los países de la OCDE y tiene una de las peores tasas de escolarización de grado medio: el 12% frente al 26% de media de los países que integran la organización, según una información que publicaba ayer el diario El País.
Al respecto, en estos últimos años, el empleo dirigido a titulados en FP prácticamente ha alcanzado al de los graduados universitarios en España. Hasta un 40,3% de las ofertas de trabajo se dirigieron a candidatos con esa formación en 2018, ocho puntos más que en 2017 y solo 0,2 puntos menos que las que se ofertaron a titulados universitarios.
En el curso 2016-2017, el número de alumnos de FP (básica, media y superior) ya superó al de bachillerato (793.000 frente a 697.000); este curso se repite: 861.906 frente a 672.524 —los alumnos de bachillerato han crecido en 5.098—. En la Universidad hubo más de 1,2 millones de matrículas. Sin embargo, los problemas que se encuentran los titulados universitarios para encontrar trabajo en un puesto que se corresponda con su formación es una de las trabas de acceso al mercado laboral.
Otro de los problemas para los estudiantes que se decantan por la FP es la falta de plazas. Siempre como recoge la información de El País, según Clara Sanz, directora general de Formación Profesional, el objetivo del Gobierno en funciones es crear 250.000 nuevas plazas y 80 nuevas titulaciones en cinco años. De esta forma, Este curso ya se ha ampliado la oferta en unas 30.000 plazas en las diferentes autonomías. Pero la falta de colaboración autonómica supone un lastre. En su informe Panorama de la Educación 2017, de la OCDE, que señala que los países con programas de FP bien asentados son más efectivos contra el desempleo juvenil, la organización insta a las autoridades españolas a actuar con celeridad para fomentar esa tendencia.
La misma información recoge como alternativa la posibilidad de obtener una doble titulación en FP y Universidad. “Concentrar el acceso a la Universidad únicamente a través del bachillerato es un error; frustramos a muchos jóvenes que no encajan en ese esquema”, según señala Antón Costas, catedrático de la Universidad de Barcelona. Así, los estudiantes no estarían obligados a ingresar en la Universidad inmediatamente después de acabar la FP, sino que lo podrían hacer pasados los años. En 2018, más de un 70% de los graduados en FP continuaron trabajando en la empresa donde realizaron sus prácticas, según un informe de Adecco e Infoempleo.
Actualmente, los graduados en FP superior que quieren acceder a la Universidad no están obligados a presentarse a la EVAU (antigua Selectividad), lo pueden hacer de forma voluntaria para subir la nota de acceso. Pero deben cursar la carrera desde primero. En algunas universidades, se les convalidan algunos créditos del primer curso, depende de sus normativas internas. La doble titulación sería viable sobre todo en materias como programación, las comunicaciones o la informática, que son los más apropiadas para la puesta en marcha del programa. El Ministerio está abierto a estudiar la cuestión aunque defiende que tiene sentido que cada modalidad formativa tenga su propia identidad y sus itinerarios de prácticas en empresas.
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