No se suele hacer, pero sí que se puede en la mayoría de los casos (excepto si en la sala de cine no se vende comida), de una manera u otra, se dificulta meter palomitas o comida en las salas de cine. La falta de costumbre y el miedo a quedar en evidencia hace que nos inhibamos de hacerlo.
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La liebre la ha levantado un abogado (se supone que este sí que conoce sus derechos) al que prohibieron, hace ya unos años, entrar con una hamburguesa del exterior, tiró su cena y lo dejó reflejado en la hoja de reclamaciones. Resultado del partido:6.001 euros de multa a la empresa.
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